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Gregorio Goikoechea -Goiko para los amigos- es una persona entrañable. Su empatía y positividad total contagian. Nos conocimos en Comillas hace muchos muchos años. El dejó pronto el sacerdocio, siguiendo la llamada interior del amor, para formar una familia numerosa. Pero esto no le ha hecho perder el entusiasmo por mantener unidos a los antiguos compañeros. Tras una vida de trotamundos, trabaja ahora en Unión Fraternal, en pastoral del Turismo, que han celebrado una extraordinaria reunión en Jaen sobre la que volveremos, y en tantas otras cosas como la ayuda a seminaristas cubanos. Visita con frecuencia Atrio y desea que no se reduzca este lugar a hacer crítica, por justa que sea, sino a presentar también ejemplos positivos de experiencias cristianas. Goiko sueña y hoy ofrecemos un sueño que nos ha transmitido --muy confidencialmente-- este hombre bueno que, aunque ya se está preparando a ser abuelo, tiene alma de niño. A.D.

Goiko: «He tenido un sueño»

 

SIEMPRE  resulta embarazoso y creo que ridículo contar los sueños que uno ha tenido una noche extraña. Pero voy a ser valiente y excéntrico,lamente con vosotros.

Hace  dos noches me sentí protagonista en España de dos iniciativas.... no recuerdo desde dónde dirigía yo la operación consistente en  conseguir que " TODAS las iglesias de España, A la MISMA  HORA, supuestamente eran las seis de la mañana, tocaran las campanas ... y abrieran sus ventanas y sus puertas... para que se renovaran nuestras ideas con el aire fresco de la madrugada y el repique de las campanas despertara nuestras conciencias...Sudaba, pero lo había conseguido.

Estos días estoy obsesionado, triste, muy dolorido con la muerte escalofriante y desapercibida de los que se ahogan... cuando ya  llegan a nuestras playas. Muertos de hambre, con la ilusión rota por la cacería de una nación hermana con los arabes-sauditas, pero muy cruel con los pobres MOROS...

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