La Curia Generalicia de los jesuitas
en Roma aseguró ayer que el artículo publicado por la revista
española de su orden en el que defendía la eutanasia activa «no va
contra la ortodoxia de la Iglesia y sólo pretende abrir un debate».
El editorial, aparecido en el número mensual de Razón y fe , apunta
que no encuentra «razones definitivas» que impidan acudir a la
eutanasia directa cuando la vida de una persona «no tiene futuro a
juicio de los médicos y está expuesta a la amenaza de muy fuertes
dolores». En este sentido, el texto sugiere que esta polémica
práctica «debería estar regulada con precisión y rodeada por serias
garantías legales».
El artículo llegó ayer a Roma por fax y
correo electrónico a la Curia Generalicia de la orden, situada a
unos metros de la plaza de San Pedro. El portavoz de la Compañía de
Jesús, el español José María de Vera, puntualizó que en su opinión
los medios han reflejado una simplificación del editorial. «Lo que
viene a decir es lo ortodoxo, la postura actual de la Iglesia:
eutanasia activa, no, y eutanasia pasiva sí, como el caso del
anterior cardenal de Boston, que decidió suspender la medicación y
dejarse morir », explica.
Silencio en el Vaticano
El
debate planteado llega a continuación, apunta De Vera, cuando esta
doctrina viene aplicada a «sociedades no cristianas». «En culturas y
religiones en que estas ideas no son consecuencia de la revelación
ni de la experiencia cristiana, no se pueden transferir tal cual.
Ellos se pueden basar para aprobar la eutanasia en un conocimiento
humano, y es una actitud comprensible, responsable». El director de
la oficina de prensa de la Compañía de Jesús reconoce que este
razonamiento «puede parecer a algunos una justificación», pero
considera que es una reflexión matizada y que no merece una crítica
del Vaticano «porque no se aleja de la postura
católica».
José María de Vera cita la ley natural de la
Iglesia como una de las cuestiones de fondo: «No sé si se puede
exigir de todas las culturas». Y como segunda clave, señala el
concepto mismo de vida. «La vida no es un valor absoluto, se puede
dar la vida por otro, por ejemplo», añade. Estos planteamientos, a
juicio del portavoz de la orden, «no es que no sean ortodoxos, sino
que abren una ventana a la reflexión».
El Vaticano guardó
ayer silencio sobre el asunto y no hizo ninguna declaración al
respecto. De todos modos, es bien conocida su enérgica condena a la
eutanasia, reiterada recientemente con ocasión de su aprobación en
Holanda, el primer país que la ha incluido en su ordenamiento
legislativo.