VENCER LA PRECARIEDAD
COLECTIVO
"CRISTIANOS CONTRA LA PRECARIEDAD"
FRANCIA
Los
cristianos nos oponemos, a tiempo y a destiempo, a la injusticia que
golpea a los parados y precarios, dedicamos tiempo a acompañarlos, a
trabajar por modificar las estructuras y las actitudes que perpetúan la
pobreza y la injusticia..., porque acogemos el proyecto de Dios para todos
los hombres. Un Dios absolutamente diferente, que ama entreñablemente a su
pueblo, a toda la humanidad. Un Dios de «gracia», que escucha el
grito de los pobres, que da más allá de todo cálculo, y que pone a cada
uno en el camino de una real «vida en común».
Hoy en
Francia, como en otros países, muchos ciudadanos luchan contra el paro y
la precariedad en el trabajo, dando prueba de un generoso humanismo. En
ese contexto, algunos piensan que los cristianos lo que hemos de hacer es
participar en la lucha contra esa «enfermedad» que corroe nuestra
sociedad rica, pero que no tenemos nada específico que decir ni que
proponer.
Estamos de
acuerdo en que hemos de implicarnos en esa lucha y en que no detentamos el
monopolio de la generosidad, ni tenemos conocimientos especiales en este
terreno. Pero sí tenemos cosas que proponer y decir para luchar mejor
contra el paro y la precariedad en el trabajo.
Ofrecemos el
fruto de nuestra reflexión. Porque una de la llamadas del Evangelio para
liberar al hombre de sus cadenas es, en nuestra época, rechazar el
maltrato del hombre en el mundo del trabajo. Teniendo en cuenta la
responsabilidad de cada uno, esta perspectiva exige que el trabajo sea,
para todos, más allá del desarrollo personal, signo de servicio, de
reparto solidario y de respeto mutuo.
Asumiendo el
reto de la discusión abierta de nuestras propuestas, los cristianos
respondemos a al exhortación de las Iglesias de inscribir en la realidad
concreta la eterna búsqueda de la dinidad de cada persona que Dios quiere
a imagen de su amor.
Queremos ser
impenitentes buscadores de justicia. Con una atención especial hacia
aquellos y aquellas cuya vida se ve corroída por el paro persistente o por
una creciente precariedad y que reclaman vivir en sociedad.
Por su trabajo
el ser humano puede hacer del mundo lo que Dios quiere. Nosotros pensamos
que Dios invita al hombre, sobre todo, a habitar el mundo y recibirlo como
un don suyo para su relación con Él y con sus semejantes. El trabajo es
lugar de socializción. En él el individuo se pone en relación con los
otros: produce con y para otros. El trabajo es así lugar eminente de
comunicación entre los seres humanos, donde se experimenta concretamente
el derecho y el deber de participar activamente en la construcción de una
«vivir juntos». Visto así, las llamadas de la realidad actual son
muy claras: rechazo de que haya gente condenada a ser asistidos
permanentes; rechazo de una situación en que algunos no tienen ninguna
posibilidad de participar en la construcción de una sociedad humana donde
cada uno tenga cabida. Si entendemos bien estas llamadas, vemos que piden
experimentar un profundo cambio de mentalidad, una conversión, prestando
atención a las personas excluidas.
Pero no hay
una sola manera de participar en la construcción de una sociedad humana.
La forma particular que ha tomado el trabajo en la sociedad industrial (el
asalariado) no es la última palabra sobre el trabajo. El trabajo desborda
esta forma particular, pero, sin embargo, no se puede olvidar la realidad
actual. Mantenidos en una situación de inactividad, muchos parados y
precarios, experimentan la injusticia de verse excluidos de una vida
profesional, y no pueden contribuir activamente al esfuerzo común para
responder a las necesidades sociales.
Por eso es
necesario -y esa es la paradoja de hoy- luchar en dos frentes diferentes:
-
Actuar para
que todo ser humano pueda tener acceso a la forma de trabajo que hoy da
los medios de vida y abre al reconocimiento social.
-
Evitar
reducir las actividades socialmente útiles sólo a las actividades
mercantilizadas.
Esto nos lleva
a rechazar con fuerza el discurso que hace de los excluidos del trabajo la
vanguardia de una sociedad nueva donde el trabajo tendrá otra forma. Dicho
en positivo: se nos invita a luchar por los derechos en.,la sociedad
actual ... y a movilizarnos por participar en el debate por un nuevo
«contrato social».
Nos cuesta
entender la persistencia del paro, la precariedad y la exclusión. Sin
entrar en cifras y datos, nos parece importante subrayar dos realidades
que están en el fondo de esta situación:
-
El mundo
actual del trabajo genera una nueva pobreza: los pobres con empleo,
-
El
funcionamiento espontáneo del mercado no asegura un reparto justo del
trabajo.
I. -
PROPUESTAS
1.-
Proteger a los más vulnerables
Por más
vulnerables entendemos: a los jóvenes que no pueden acceder al mercado de
trabajo; a los que no pueden acceder al trabajo en empresas; a los presos
sin protección del derecho al trabajo; de forma general, a los que no
pueden acceder a sus derechos en el trabajo.
1.1. -
Contrato de actividad para los jóvenes
Los jóvenes
que salen prematuramente del ciclo escolar tienen muy difícil integrarse
en el mundo del trabajo. Es necesario poner en marcha un sistema capaz de
ofrecer a los jóvenes con grandes dificultades de inserción, y con una
duración adecuada, una actividad y un ingreso para asegurar la
construcción de su proyecto de vida.
Ofrecer a
todo joven de 16 a 25 años la posibilidad de firmar un contrato de
actividad con un organismo público o privado. En contrapartida de un
estatuto de trabajador y de una remuneración fija garantizada por el
Estado, el joven se compromete a seguir un programa de actividad,
elaborado con él, con fases de formación, trabajo en empresa e
intervención en el sector no mercantilízado. El contrato de actividad
sería renovable cada año a iniciativa del joven.
1.2. -
Contrato de acompañamiento
La integración
de personas con dificultades de inserción profesional choca con muchos
obstáculos en las empresas. No sólo por razones de rentabilidad, sino
también por razones humanas (aceptar el trabajo con ex-presos, por
ejemplo). Es necesario incentivar a las empresas a emplear a personas
alejadas del trabajo clásico para facilitar su paso de los programas de
inserción a este mundo. Inspirándose en la experiencia italiana de
Cooperativas Sociales, para que ello no recaiga solamente sobre la empresa
debe ser compartido por las estructuras de inserción.
Incluir en
el Código de Trabajo un contrato de trabajo para la inserción en la
empresa clásica de personas en dificultad.
1.3. -
Cláusula de horario aleatorio
Cada vez es
más habitual el trabajo en un horario aleatorio, discontinuo, con horas
extraordinarias, por horas... En este contexto no se pueden dejar las
modalidades de aplicación de un horario de trabajo flexible a la sola
voluntad del empleador, sino que es necesario regular en el contrato de
trabajo las condiciones obligatorias y la compensación económica a la que
dan derecho con toda equidad: incluir en todos los contratos de
trabajo con horario flexible una cláusula que establezca estas
obligaciones y compensaciones.
1.4. -
Acceso al Defensor del pueblo
Muchas
personas tienen dificultades para que se reconozcan en la práctica sus
derechos al trabajo y en el trabajo, que reconoce la Constitución. Frente
a esta situación hay que facilitar su acceso directo al Defensor del
pueblo para la defensa de sus derechos.
1.5. -
Cóntrol deltrabaío en prisión
Es necesario
que, a diferencia de lo que ahora ocurre, en el trabajo en la prisión se
aplique también el Código del Trabajo y que su aplicación sea controlada
por la Inspección de Trabajo. Para ello: definir en el Código del
Trabajo las restricciones a la ley común aplicables en la prisión y crear
en cada Dirección Departamental de Trabajo un servicio de inspección
encargado de hacer aplicar el derecho M trabajo en las prisiones.
1.6. - El
Derecho al trabajo para los demandantes de asilo
Hoy las
condiciones materiales y humanas de acogimiento de los que llegan huyendo
de la situación de su país son a todas luces insuficientes. Autorizar
a los demandantes de asilo a acceder a un empleo desde el sexto mes de su
presencia en Francia, hasta que se responda a su solicítud.
2. -
Compartir de otra manera
Pára facilitar
el compartir en la realidad del trabajo y los ingresos, planteamos:
incentivar el tiempo parcial elegido voluntariamente; el control real del
trabajo a destajo; el apoyo a la inversión financiera en la economía
solidaria.
2.1. -
Contrato de trabajo 2 por 1
El trabajo a
tiempo parcial se aplica fundamentalmente a puestos de trabajo de baja
cualificación, con menos derechos y pocas posibilidades de promoción. Se
debería poner en marcha una fórmula jurídica que permitiera a DOS personas
que desean trabajar a tiempo parcial asociarse para tener UN puesto de
trabajo compartido. Añadir al contrato de trabajo normal la
posibilidad de firmarlo entre un empleador y dos asalariados que se
comprometen conjunta y solidariamente a realizar el trabajo, siendo los
derechos laborales y sociales aplicables a los dos trabajadores por igual.
2.2. -
Control del tiempo de trabajo a destajo
Con la
extensión deltrabajo a destajo (el pago por trabajo realizado) se da en la
práctica una situación en la que muchos trabajadores están permanentemente
a disposición del empleador o de los clientes. Ello hace que el tiempo de
trabajo sea interminable para muchos de estos trabajadores. Hay que
regular la obligación del empleador de establecer en el contrato de
trabajo la duración del tiempo (horas o días) de trabajo.
2.3. -
Título de inversión solidaria
La economía
solidaria se caracteriza claramente por un modo de organización adaptado a
las personas con dificultades de inserción en el mercado de trabajo
tradicional. Pese a que existen líneas de financiación especiales, la
economía solidaria padece una grave falta de capital. Es necesario
incentivar un movimiento de capítal hacia la economía solidaria, con apoyo
fiscal significativo, creando un específico «Título de inversión
solidaria» para ello.
2.4. -
Tiempo de trabajo compartido
La lucha
contra la exclusión y la precariedad pasa también por la creación de
empleos en sectores y para actividades a las que pueden tener acceso las
personas en dificultad. La reducción de la duración anual del tiempo de
trabajo es uno de los medios importantes para la creación de nuevos
empleos. Pero, para que sea eficaz, debe responder a una verdadera
voluntad de compartir y no puede ser compensada salarialmente. Implica,
pues, una reducción de las cotizaciones, lo que, para restablecer el
equilibrio, demanda ampliar el tiempo de vida laboral, frenando las
jubilaciones anticipadas, con sus grandes costes sociales: Promover un
debate nacional (referendum) en torno a esta cuestión.
3. -
Hacia la empresa solidaria
Es necesario
alentar la responsabilidad de las empresas y sus accionistas en la lucha
contra la exclusión y la precariedad.
3.1. -
Índice de Valor Social
Actualmente,
la creación de valor de las empresas se aprecia exclusivamente desde los
aspectos financieros, comerciales y de satisfacción de los clientes. No se
tiene en cuenta el valor humano. Es necesario crear una «Índice de Valor
Social » para las empresas, destinado a dar a conocer la forma en que
tratan a las personas y para que este dato concurra en la valoración
global y social de la empresa: Pedir a las empresas (especialmente a
las que cotizan en Bolsa publicar con los resultados anuales un Indice
del,Valor Social, teniendo en cuenta diversos criterios sobre su
aportación al desarrollo social y a la lucha contra la exclusión. Este
índice se elaboraría por un organismo independiente con los datos de la
empresa y de los representantes de los trabajadores.
3.2. -
Acuerdo de Inserción en la empresa
La tendencia
natural de la empresa es valorar a su personal sólo por su competencia y
rentabilidad. Este modo de gestión cierra la puerta a muchos trabajadores.
Es necesario poner en marcha, sobre todo en las grandes empresas, medios
para valorar el servicio de personas en situación profesional delicada:
Incentivar a la dirección y a los agentes sociales de la empresa a
firmar un ACUERDO DE INSERCIÓN, precisando las condiciones para incorporar
a nuevas personas en situación de inserción o reinserción, y para
facilitar la permanencia de empleados en situaciones de dificultad.
3.3. -
Crédito tributario
Hay que
sensibilizar al accionariado de las empresas sobre las consecuencias
sociales de la rentabilidad, buscando su contribución a la financiación de
medidas de solidaridad: Aplicar una reducción de la devolución de la
retención fiscal practicada por el Estado con ocasión del reparto de
dividendos,en caso de que la empresa haya, practicado un plan de despidos.
3.4. -
Bonus/malus del seguro de desempleo
Hay que
vincular la cuantía del pago al seguro obligatorio de desempleo al
comportamiento de la empresa sobre el empleo: Aplicar a la cotización
del seguro de desempleo (parte patronal y social) un complemento de la
prima (malus) en caso de despidos económicos colectivos y una reducción
equivalente (bonus) en caso de ausencia de despidos. El malus podria ser
suspendido en caso de dificultades reales de la empresa.
3.5. -
Aportación solidaria de las empresas
Para favorecer
y apoyar la participación de los asalariados en sus aportaciones a la
economía solidaria en lucha contra la exclusión, como ya se hace en
algunas empresas, hay que extender su apoyo por las empresas. Crear
una deducción complementaria del impuesto de sociedades para toda
aportación de la empresa por un montanté equivalente al aportado por un
asalariado a un proyecto relevante de economía social.
4. -
Reforzar las acciones de inserción
Ante un
fenómeno de grandes dimensiones, es necesario impulsar y estructurar mejor
todas las medílidas de inserción.
4.1. -
Certificado (Label) de Utilidad Social
En Francia hay
un gran número de asociaciones que trabajan en este campo. Para clarificar
este panorama: Otorgar un certificado de Utilidad Social a las
estructuras que intervienen en el terreno de la inserción social y
profesional y cumplan unos requisitos mínimos.
4.2. -
Acompañamiento de personas
La reinserción
profesional remite a numerosos organismos y reglamentaciones, y hace
intervenir a muchos interlocutores. Esta complejidad no siempre garantiza
el sostén personal que se necesita. Es necesario ofrecer a toda persona en
situación de reinserción la posibilidad de un acompañamiento, por alguien
de su elección, con la debida competencia y habilitado para ello:
Establecer una lista oficial, por organismo público, de Acompañanantes
voluntaríos.
4.3. -
Acuerdos de proximidad
Muchas
experiencias demuestran que se mejora lo que se hace respecto al empleo
cuando los actores del mercado de trabajo próximos se reúnen y coordinan
sus esfuerzos. Es necesario facilitar a los actores implicados en el mundo
del trabajo de un mismo sector geográfico compartir los medios que tienen
para facilitar el empleo, el acompañamiento y la reinserción:
Construir estructuras comunitarias de coordinación en este sentido.
4.5. -
Acumulación del RMI y del salario
Las personas
que dejan el paro se encuentran frecuentemente con gastos a los que no
pueden hacer frente con su bajo nivel salarial. Acumulan gastos de los que
estaban exentos durante el periodo de paro (pago de intereses, guardería,
transporte ... ): Alargar durante un año la posibilídad de acumular la
Renta Mínima de Inserción y el salario, doblando los fondos en vigor.
5. -
Conocer mejor y reconocer la precariedad
El paro y la
precariedad en el trabajo son una realidad que concierne al conjunto de la
sociedad. Para que todos los miembros de la sociedad se sientan
interpelados por esta realidad es necesario que la conozcan y reconozcan
en su verdadera dimensión.
5.1. -
Representación de los parados y los excluidos
Las personas
que buscan un empleo suficientemente remunerado, que son millones, pueden
beneficiarse de una ayuda compensatoria pública, concretada por organismos
«paritarios» compuestos por representantes de los asalariados y de las
empresas. Es necesario que en estos organismos participen directamente los
parados: Incluir en todas las instituciones donde están presentes los
agentes sociales una representación de parados y excluidos.
5.2. -
Jornada nacional de la precariedad
En nuestra
rica sociedad, la precariedad en el trabajo (el trabajo de los pobres
dicen algunos) muchas veces es sólo conocida por los medios de
comunicación, los discursos políticos y los estudios estadísticos. Hay que
movilizar la atención de todos sobre la situación real de la vida
cotidiana de las personas en situación de precariedad: Pedir al
Ministerio encargado de la Solidaridad, instituir, con la participación de
todas las asociaciones concernidas, una jornada nacional de la
precariedad, destinada a dar a conocer al gran público la realidad de la
precariedad en su entorno cercano y a crear un espacio de encuentro entre
las personas en situación de precariedad, los profesionales, los
voluntarios y la población.
5.3. -
Encuesta en las Parroquias
La frecuente
ausencia en la pastoral de las parroquias de la preocupación por la
pobreza en el trabajo proviene sin duda de la falta de formación de las
comunidades en la realidad del mundo del trabajo, pero también del
desconocimiento de la situación real de los parroquianos en este terreno:
Organizar en cada parroquia, en colaboración con las asociaciones y
servicios eclesiales concernidos, una encuesta sobre la situación de paro
y precariedad en el barrio, presentando los resultados a la comunidad, con
el testimonio de los afectados y con la reflexión sobre las acciones de
solidaridad, personales y colectivas, que se pueden plantear, tanto en el
plano material como espiritual.
5.4. -
Línea de enseñanza sobre la precariedad en el trabajo
Crear
programas sobre la precariedad en el trabajo: en la enseñanza secundaria
para sensibilizar a los adolescentes sobre esta realidad; en la enseñanza
superior y la formación continua para preparar personas para intervenir en
esta realidad.
II. -
TODOS RESPONSABLES, TODOS PROTAGONISTAS
Para acabar,
planteamos seis llamadas que favorecen y desarrollan el
respeto a la persona, al derecho y a la justicia debida a cada uno.
1ª
Llamada: Hacer sitio a los parados y precarios, en el trabajo
Pedimos a
todas las personas en el trabajo, sea cual sea su nivel de
responsabilidad, que practiqué la acogicla con las personas en situación
de inserción o reinserción.
2ª
Llamada: Respetar la vida personal
La
organización y los imperativos actuales del trabajo pueden traducirse en
un atentado serio al equilibrio de la vida personal de los asalariados
(horarios sin límite, cambios frecuentes de empleador y de lugar de
trabajo ... Invitamos a todos, a tomar conciencia, cada uno en lo que le
concierne, de los pasos a dar y las actitudes a adoptar en el ejercicio
cotidiano de su profesión para hacer respetar, por ellos mismos y por los
demás, el necesario equilibrio de una vida personal.
3ª
Llamada: Repartir con equidad la remuneración del trabajo
La
remuneración de un pequeño número de asalariados camina hacia cimas
indecentes, mientras los bajos salarios no permiten asigurar una vida
digna a muchos. No es justificable que, en una misma empresa, algunos se
queden con la mayor parte de la masa salarial en detrimento de una justa
remuneraicón de todos. Pedimos a los que se benefician de esta situación
que aseguren, solos o en grupo, que buena parte de la masa salarial
disponible sea equitativamente distribuida entre las personas peor
pagadas.
4ª
Llamada: Rechazar el trabajo en negro
El recurso
habitual al trabajo clandestino se suele justificar con motivos como: «los
trámites son muy complicados», «no quiere ser declarado», «así cuesta más
barato»... Esto no son más que pretextos. El trabajo en negro es un fraude
social y fiscal.
Pedimos a
todos los empleadores, profesionales y particulares que no recurran al
trabajo clandestino. Más allá de sus intereses inmediatos, deben respetar
la dignidad de la persona empleada, y también la solidaridad con un
régimen social que necesita del aporte de todos para asegurar los medios
de inserción de las personas con dificultades.
5ª
Llamada: Privilegiar la inversión solidaria
Invitamos a
los particulares a dedicar una parte de sus ahorros a una inversión
solidaria (bajo la forma de préstamo o de adquisición de acciones) en los
organismos que realizan proyectos de reinserción en la actividad
económica, participando así en el riesgo financiero y humano.
6ª
Llamada: Practicar una pastoral de la pobreza en el trabajo
Pedimos a los
cristianos y a sus pastores pensar en cada comunidad una pastoral que
centre su atención, a la vez, en su responsabilidad y en la situación de
las y los que sufren la precariedad en el trabajo. Esta pastoral debe
cuidar especialmente la expresión y el testimonio de estas personas si
ellas lo desean.
Extracto del
texto francés publicado en
Noticias Obreras
Núm 1.304/16-1-2002/31-1-2002, pp. 19-26 |