El problema de Dios tras la crisis moderna

 

Por Andrés Torres Queiruga, Profesor de Filosofía de la Religión y Teología en Santiago de Compostela

 

I. INTRODUCCIÓN

 El texto es transcripción, tras una elemental y necesaria revisión de estilo, de las charlas tenidas en las Conversaciones de Ávila 2002. Conviene tenerlo en cuenta, para calibrar bien su intención y su significado.

Sería interesante darnos cuenta de por qué se nos presenta como necesaria y aun urgente esta pregunta, por qué nos planteamos el problema acerca de “Dios hoy”. Hace años no nos hacíamos este tipo de preguntas. Ni nadie en un grupo de cristianos diría al preparar la reunión: pues no sé si creo; o: en ese caso, no cambiaría nada; o: si Dios desapareciese de mi vida, seguiría haciendo lo mismo. Éstas son reacciones que suponen todo un ambiente y todo un condicionamiento.

No cabe duda que el problema de Dios se nos ha planteado de una manera dura y difícil últimamente.

 

II. ESQUEMA

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1. LA IGLESIA PIERDE EL LIDERAZGO DE LA CULTURA

 2. COMO RELACIONARNOS CON DIOS HOY

3. EL PROBLEMA DE LA (DE)MOSTRACIÓN DE DIOS

 4. EL MAL

        III. Nota final de los transcriptores:

 

Estos cuatro temas han sido como el eje central de las Conversaciones de este año 2002 en Ávila. En los dos primeros se intenta conciliar la experiencia cristiana de un Dios presente y actuante en un mundo cuya autonomía se hace más consciente en la nueva cultura; y, como consecuencia, aclarar cuál es la manera más cristiana de relacionarse con Él.

En los otros dos temas se intenta reflexionar acerca de cómo hacer razonable la fe cristiana hoy, para creer no apoyados en ilusiones, rutinas o prejuicios, sino de una manera crítica y responsable; y, en consecuencia, cuál debe ser nuestra postura ante el terrible problema del mal.

Además de estos temas, la presencia continua de Andrés durante todas las jornadas, que supuso un plus muy importante este año, nos llevó a introducir otros muchos temas colaterales, como los milagros, la Resurrección, la Ascensión, la Anunciación, la interpretación de la Biblia, y algunos otros. Para todos ellos tuvo Torres Queiruga alguna palabra explicativa, y sobre todo nos aportó pistas para seguir profundizando. Al final hasta nos animó a estudiar Teología, y a seguir discutiendo todos estos temas en pequeños grupos en la medida de nuestras posibilidades.