El Papa regresó a Roma. Las tropas estadounidenses están ya en suelo afgano. Y ahora los medios de comunicación insisten en la amenaza de atentados con armas biológicas. Es el llamado bioterrorismo, con antrax, viruela o hasta ébola. Terrible futuro. Si no nos matan los virus, lo hará el pánico...
Pero los que creemos en la libertad no podemos dejarnos coaccionar por el miedo. Y, aunque después de una semana de espera y de lectura, naveguemos perdidos en un mar de incertidumbres, asaltándonos cada nuevo día nuevas preguntas, cuestiones sin respuesta, debemos rescatarnos del pesimismo y poner nuestros ojos en la esperanza
Aunque en estos últimos días he sentido como si el gigante tierra comenzara a resquebrajarse y se transformara por acción del terror en un puzzle capaz de desmembrarse, me he vuelto a preguntar si será posible no perder ni una sola pieza y reconstruirlo sólida y rápidamente o más bien se desparramará a trozos nuestra humanidad resultando improbable recuperar su unidad y su paz.
A pesar de las dudas, de la intranquilidad que se cierne, algo me empuja a creer en la recomposición pacífica de nuestro mundo y de la integración en él de todas las culturas y civilizaciones que durante siglos nos han formado. Todos somos herederos de todas ellas y de lo auténtico y mejor de ellas. Sobre todo en el suelo ibérico, donde la civilización islámica floreció de manera especial.
Por eso es necesario rescatar al islam del terrorismo, de forma que no se confunda esta cultura con el fanatismo suicida ni se acuse a partir de ahora a los musulmanes de cualquier acto criminal. No es justo, pero siempre ha sucedido así desde el tiempo en que, con las cruzadas, se concibió la historia como una lucha de civilizaciones -Berlusconi dixit- en la que siempre existe el enemigo al que hay que cargar con todas las sospechas y acusaciones.
Y, para ayudar a reflexionar sobre el auténtico islam, os invito a todos a leer estos artículos que siguen y, sobre todo, a escribir vuestra opinión sore el tema, que publicaré en este FORO con gusto.
María A.