ADISTA, Nº 43. 11 DE JUNIO 2005
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Cartas FUERA DEL SACO

 

CARTA ABIERTA AL CARDENAL RUINI

 

Eminencia,

“¿Está en línea con la ética cristiana  (del Evangelio) el llamado a no votar para hacer fracasar el referendo? Aclaremos antes que nada los términos de la cuestión:

 

1. Es muy importante que la jerarquía católica llame – sobre todo en cuestiones críticas y delicadas  – a los fieles para que actúen:

a) según conciencia

b) según la ética cristiana (del Evangelio)

No es lo mismo conciencia y ética.

Un ejemplo: si un cristiano está convencido, en conciencia, de que no puede aceptar, por ejemplo,  el aborto como solución a los graves problemas de una mujer embarazada, él no puede – en conciencia – favorecer o ayudar a una mujer a abortar (= opción de conciencia).

- En vez un cristiano, convencido personalmente, como decíamos más arriba, justo porque es cristiano, se considera comprometido a lograr que quien no piensa como él/ella pueda tener la posibilidad, incluida la legal, de poder expresar su opción (del aborto) con toda la ayuda y asistencia necesarias. Esta es una opción ética, según el Evangelio, porque respeta la opción de “su prójimo”.

 

2.   ¿ Por qué, para un cristiano, la opción ética (según el Evangelio) es tan diferente de la opción “según conciencia”?.

Dicho brutalmente: porque “la opción según conciencia” es individual/personal, sin referencia a la sociedad y a la comunidad en la que vive. Aquí lo individual viene antes que lo social/comunitario y decide él.

- En vez, la “opción  ética” pone en la base del propio acciona, es decir en primer plano, la dimensión comunitaria, social: el bien de los otros, sobre todo de los más débiles, sin renunciar a las propias y personales convicciones morales.

 

3.    ¿Pero, qué dice exactamente la ética cristiana basada en el Evangelio? Dice que el primer mandamiento para el creyente en Cristo es el amor al prójimo, es decir “el bien de los otros”, del prójimo. ¡Significa respetar sus opciones y lograr que ellos (“los otros”), sobre todo si no cristianos puedan vivir y actuar en nuestra sociedad según su conciencia, y no imponiendo la nuestra? “Prójimo” y “pluralismo” son dos caras complementarias de la misma medalla.

 

4.  Probemos aplicar estos principios a la cuestión del referendo de junio.

a)      Si un creyente (cristiano) sigue su conciencia, toda opción es irreprensible desde su punto de vista individual;

b)      Si un creyente (cristiano) que dice seguir los dictámenes del Evangelio y quiere, por lo tanto respetar (“amar”) las opciones de su prójimo (que no se siente tutelado por la actual ley 40/2004), votara “no” (o se abstuviera por motivos de conciencia) no sería consecuente con el mandamiento del amor al prójimo. Da la impresión que solo si vota “si” al referendo  respetes las exigencias profundas de su prójimo (que – repito – no se siente tutelado por la ley 40). Aquí las preferencias morales y personales del votante pasan a un segundo plano.

c)      Si un eclesiástico (más o menos de las altas esferas) llamas a los fieles a vota “según conciencia”, los llama – prácticamente – a tomar una acción personal/individual, que no toma en cuenta el mandamiento ético “comunitario”. ¡El mal menor!

d)      Si un eclesiástico llama a los fieles cristianos a votar según los dictámenes de la ética del Evangelio, hace un llamado de carácter comunitario, pluralista, de “amor al prójimo”, y actúa en el ámbito de su ministerio.

e)      Si, en fin, hubiera, desgraciadamente un eclesiástico que llama a los fieles cristianos a abstenerse del voto, porque quiere que el referendo fracase, cumple una acción político-propagandística, que va contra su misión de “pastor” y de “ministro del Evangelio”, descendiendo al nivel de batalla política. Esta opción no es según la ética cristiana del Evangelio como se ha explicado en las letras b), c), d).

P.S. No creo que Ud., cardenal Ruini, haya hecho una declaración de abstención como la que se ha conjeturado en el número 4 (letra e). Debe tratarse de interpretación equivocada y peligrosa de  Sus palabras, por parte de algún político sin demasiados escrúpulos por la ética cristiana del Evangelio. Le ruego, por lo tanto, de hacer un claro desmentido. ¡Gracias anticipadamente!

 

Antonio Dal Bianco

(curador de la edición italiana del “Manual de ética teológica”, 4 voll., de Marciano Vidal, Cittadella Editrice, Assisi, 1994-1997).

 

MI PEQUEÑO GESTO DEMOCRATICO

 

Señores redacción Adista,

 

              Recibí el miércoles 1.ero de junio la carta del Vicario General, Monseñor Paletti, a las 19 horas. Responderé a breve plazo a esta carta muy escueta y fría.

Reiteraré li posición, que no ha sido otra sino evidenciar el valor moral y civil del voto, esencia de la democracias.

Llamaba a los católicos a ser fieles a los principios evangélicos, enfrentando la confrontación referendaria. Sin arrogancia, repetiré que cumpliré este pequeño gesto democrático yendo a votar. Si esta acción será configurada como grave desobediencia al Magisterio, sin erigirme como víctima aceptaré, con simplicidad, los “procedimientos canónicos” del caso.

 

don Andrea Gallo

San Benedetto al Porto,

Genova

 

 


 

“NO SE VOTA SOBRE LA VIDA”. Y NO SE HABLA.

LA CURIA DE GÉNOVA AMENAZA SANCIONES CONTRA DON GALLO

 

32858. GÉNOVA-ADISTA. No le gustó a la archidiócesis de Génova la participación de don Andrea Gallo a un programa de debate televisivo (el pasado 30 de mayo en RaiTre), en el que se sostenía la libertad de conciencia sobre los referendos del próximo 12-13 de junio: monseñor Luigi Palletti, vicario general de la archidiócesis de Génova, dirigida por el cardenal Tarcisio Bertone, escribió una carta al sacerdote,  que luego dio a conocer en un comunicado de prensa, en el cual lo reprende y “llama nuevamente a hacer claridad”, a “desmentir” y a “rectificar públicamente” sus afirmaciones, amenazándolo con tomar “las medidas canónicas del caso”.

Don Gallo había participado en el debate político como “huésped” de la Lista Pannella, (laicos, entre los promotores del referendo) que había cedido su espacio a los firmatarios del llamado “por el respeto del carácter sagrado de la conciencia”, promovido por Adista y firmado, actualmente, por más de mil entre sacerdotes, monjas, religiosos y laicos católicos.  En el programa estaban también un representante de la Liga del Norte, (partido secesionista de centro derecha) uno de la Unión Democrática Cristiano UDC (centro derecha ex democratacristiano), y una exponente del Comité por el Sí,  a favor del referendo. En el programa, después de haber explicado correctamente que no se encontraba ahí como representante de la Lista Pannella, sino como firmatario del documento de Adista, Don Gallo había revindicado la libertad de conciencia de los católicos contra las imposiciones que venían de la CEI, sin analizar  las interrogantes del referendo y sin dar ninguna sugerencia de voto, contrariamente a la precisa indicación de “no voto” del cardenal Camillo Ruini. Pero la opinión de Don Gallo fue interpretada por el arzobispo de Génova como desobediencia al Magisterio de la Iglesia.

La arquidiócesis, en el comunicado de prensa, estigmatiza incluso la participación de don Gallo “a una manifestación pública en el territorio de la diócesis de Reggio Emilia”, donde el sacerdote habría sido “públicamente cuestionado por sus afirmaciones”. También explica el episodio la asociación promotora del encuentro (donde participó también el profesor Emilio Arisi, jefe del reparto de Obstetricia y Ginecología del hospital regional de Trento), el Comité de Rio Saliceto para el Sí en el referendo sobre la fecundación asistida: “Es obligatorio precisar que la iniciativa tuvo lugar en un ámbito de pluralidad de ideas, habiendo dado gran espacio a quien, durante el evento, consideró evidenciar diferentes opiniones. Todo esto para demostrar como el Comité para el Sí de Rio Saliceto esté propenso a escuchas posturas diferentes. Práctica ignorada por otros. Tenemos la obligación, en el respeto de la verdad, de precisar que, en esa ocasión, el sacerdote don Gallo se limitó a expresar el valor moral y civil del voto como esencia de la democracia, invitando a los ciudadanos, sea laicos sea católicos, a votar el 12 y 13 de junio. Esta afirmación molestó a cuantos apoyan la postura de las jerarquías eclesiásticas”. Sigue el comunicado: “Seguimos convencidos de que la importancia de aquella noche, con la presencia de don Gallo y el mismo rumor que suscitó esta presencia, haya sido positiva y útil, porque se escucharon otras razones y porque de este modo se confirmó lo justo de nuestras tesis. No comprendemos los gritos de escándalo de parte de quienes, en esa misma sede, pudieron expresar libremente sus distintas convicciones”.

En los párrafos que siguen publicamos el comunicado de la arquidiócesis de Génova, con la carta enviada a don Gallo, la respuesta del sacerdote y una carta abierta de “un grupo de creyentes y no creyentes de la Comunidad de San Benedetto al Porto” (el sacerdote había escrito también una breve carta a Adista, publicada en las cartas “fuera de saco” de este mismo número).

 

 

 

 

EL COMUNICADO DE PRENSA DE LA ARQUIDIÓCESIS DE GENOVA

 

Las afirmaciones, tal como se leen en los medios de comunicación, atribuidas al sacerdote Andrea Gallo, sobre temas relacionados con la tutela de la procreación y de la vida humana y la obediencia al Magisterio de la Iglesia, como también algunas insolentes declaraciones precedentes sobre el difunto Juan Pablo II y sobre el nuevo Papa, Benedicto XVI, han suscitado no poco desconcierto entre los fieles.

Asimismo, algunos días atrás, invitado a tomar parte a una manifestación pública en el territorio de la diócesis de Reggio Emilia, este sacerdote ha sido públicamente cuestionado por sus afirmaciones.

Tomando en cuenta la responsabilidad que tiene todo sacerdote de garantizar que sus enseñanzas estén siempre en conformidad con la doctrina de la Iglesia, y considerada la gravedad de las afirmaciones aparecidas en la prensa, a través de una carta que se le envió personalmente, se le solicita al sacerdote Andrea Gallo que esclarezca lo que se le ha atribuido, desmintiendo y rectificando públicamente, también a través de la prensa, las afirmaciones eventualmente pronunciadas por él, o que erróneamente se le atribuyeron.

Considerando que no es la primera vez que este sacerdote toma actitudes de este tipo, y más aún, que incluso se le ha amonestado por algunas posiciones que ha asumido, si lo que se le solicita no será realizado en los próximos días, la Autoridad Eclesiástica se verá obligada a tomar los procedimientos canónicos del caso.

 

Génova, 1.ero. de junio de 2005.

 

LA CARTA DE DON GALLO AL VICARIO DE LA DIOCESIS

 

Génova, 3 junio de 2005

Exelencia Reverendísima,

Le diré francamente que habría preferido una carta del Cardenal, mi Obispo y Padre. Esperaba, come anciano, un encuentro bajo el signo de la Caridad y corrección fraternal. Digo esto, no ciertamente por falta de respeto a su Persona de Obispo y Vicario general, “alter ego” del Ordinario.

Respondo a su carta del 1.ero. de junio con serenidad, para nada preocupado de equívocos, de falsas interpretaciones, de acusas genéricas, de las denominadas declaraciones “insolentes” y sobre todo no me tocan los procedimientos que Ud. fríamente me anuncia.  Conocemos muy bien, si queremos ser honestos, el “desconcierto” de algunos fieles, desde siempre partidarios de posturas cerradas y no de “diálogo” abierto y sincero.

Siento tener que recordarle, a honor de la verdad, que el Arzobispo nunca me ha “amonestado” sobre posiciones análogas que he asumido de cara al referendo. Tras su solicitud, Excelencia, trataré por lo tanto de “aclarar”.

Con responsabilidad de presbítero, he seguido con atención el desarrollo de la situación relacionada con el referendo. Después de la aprobación “blindada” de la Ley 40/2004 era lógico esperarse la insurrección laica. He reflexionado mucho sobre los documentos del vértice de la Cei (estoy subscrito al diario l’Osservatore Romano).

Tras la decisión de los Obispos apostar todo sobre la abstención, empecé en marzo a meditar, rezar y reflexionar. Me consulté con religiosos, religiosas, con numerosas hermanas y hermanos cristianos, con juristas y, por amor a la Iglesia, traté de dar mi contribución para evitar confusiones, barreras, muros contra muros, siempre a la luz del sol.

Nunca sostuve el” Comité por el Sí” y menos aún la Lista Panella. Siempre actué  libre e independiente. En Rio Saliceto (Reggio Emilia) hubo un debite público, abierto a todas las intervenciones. ¿Cuáles críticas? El encuentro terminó entre los aplausos de la gran mayoría.

Además, siempre he respetado las razones del No. No se puede negar que la “propuesta” de abstención, tan defendida por los Obispos, no haya provocado profundo “Malestar” en la vasta comunidad de creyentes y entre los numerosos no creyentes que miran la Iglesia con gloriosa esperanza.

Siempre he defendido con gran fuerza, la legitimidad y el deber pastoral de la Cei de expresarse sobre temas tan delicados, relacionados con la tutela de la procreación y la vida humana. Como portavoz de tantos cristianos, consciente de mi humildad, he tratado de hablar con mi Iglesia, proponiendo un comportamiento de intrépida claridad. Los católicos, decía, acepten con entereza la confrontación en el referéndum. Gritaba: lancemos a la cancha nuestras ideas, nuestros principios, convencidos de las indicaciones del Magisterio, tomemos el pulso de la sociedad. El cristiano no huye de la historia, de la “polis”, de la ciudad, de los hombres. Abramos de nuevo el diálogo en nuestras Iglesias, junto al Obispo, cerca de la Cruz, pedía humildemente. 

Recientemente he recordado con frecuencia la primera homilía de Benedicto XVI, donde se reiteró el valor del Concilio Vaticano II. El Concilio del diálogo, de la apertura al mundo y a su laicidad. El Concilio de la “Gaudium et Spes”. No cometamos el error, repetía de alienarnos tras las seguras “barreras” de la disciplina eclesiástica. ¡¿”No tengáis miedo”, dije con el Papa. Pedía a los Obispos distinguir entre obediencia, aquiescencia o servilismo. No me importa ser definido ingenuo, provocador, escandaloso. Como presbítero, desde hace 46 años, lanzaba un grito de amor a la Iglesia en la que creo y amo.

No pienso se quiera caminar hacia un Estado teocrático. Por lo tanto, es fundamental respetar las divisiones de roles entre la Iglesia y el Estado con sus Leyes. Bastaría solamente citar el artículo 98 del Texto Único de la Ley Electoral, completada con la número 352 de 1970, sobre los referendos: “A los  Ministros, a los prelados está prohibida la propaganda abstencionista”. Para sintetizar todas mis humildes intervenciones, quisiera citar la última parte de lo que dije en el programa televisivo del 30 de mayo pasado: “Il genus de la democracia es el voto”.

Pienso que nuestra tarea sea evangelizar las conciencias. No creo se pueda resolver buscando atajos, cálculos, justificaciones. De aquí a pocos días, muchos católicos, obedeciendo a la abstención estarán bien con la propia conciencia. Se sentirán de la parte justa porque apostaron por la vida. ¿Los otros que con su conciencia votarán, tendrán que convencerse de que estaban del lado equivocado? El cardenal Tettamanzi ha afirmado:  “No nos excomulguemos mutuamente”. Poniendo el problema entre quien vota y quien no, se convierte la Ley (siempre mutable) en un absoluto y se corre el riesgo de transformarla en verdad de fe. Los principios evangélicos, las profundas indicaciones morales del Magisterio no caen a raíz de una confrontación electoral.

Sigo cultivando una visión del mundo tierna y valiente y sobre todo he aprendido a tener en el máximo respeto la autodeterminación de todas las personas, con su libertad de conciencia. Es doctrina cierta. Solamente en tiempos recientes la ciencia profesional ha comenzado a interrogarse seriamente sobre la licitud de extraños comportamientos, de ciertas manipulaciones graves. Hago votos, para que después de esta fase se salga de la contraposición católicos-laicos, priva de sentido. Espero, con tanta esperanza, un encuentro fecundo entre Fe y Ciencia. Todos en búsqueda de una rigurosa reglamentación, de una medicina cálida y humana, con respeto y confianza recíproca.

Con toda sinceridad, no Le escondo que votaré con conciencia plena y con mucho sufrimiento. Confortado por haber respetado, desde los comienzos, a los abstencionistas, sin obstaculizar, ni mucho menos boicotear la gran propaganda que han hecho en todas las Iglesias.

¿A estas alturas, me tengo que considerar un derrotado o un perdedor?

En fin, si esta acción democrática muy modesta de mi parte, sará considerada grave desobediencia al Magisterio, sin hacerme la víctima, aceptaré simplemente “los procedimientos canónicos” del caso. Respetuosamente, muy devoto

don Andrea Gallo

Coordinador de la Comunidad San Benedetto al Porto

 

 

LA CARTA  DE LA COMUNIDAD DE SAN BENEDETTO AL PORTO

Muchos de nosotros recuerdan cuando el cardenal Giuseppe Siri  le impuso a Don Andrea Gallo el silencio en ocasión del referendo sobre el divorcio. Don Gallo obedeció. El cardenal Siri tenía un diálogo continuo con el sacerdote de su diócesis. Venía a la comunidad, a veces sin avisar, para estar con los jóvenes, escucharlos, compartir sus experiencias difíciles, sufridas, violentas.

Hoy, el cardenal Tarcisio Bertone le habla a Don Andrea Gallo a través de los órganos de prensa. Aún la Comunidad no lo ha encontrado. A pesar de que la Comunidad nació y vive en una casa parroquial.

Esta carta está motivada por el deseo que es también una invitación  a amigos y enemigos, para que expresen sus ideas. Está en juego la acción de Don Andrea Gallo como presbítero y como educador. La prensa podría verdaderamente realizar su tarea primaria que es la de informar.

Pertenecemos a la Coordinación Comunidad de Acogida, fundado por sacerdotes, que a principio de los años 80 elaboró un pequeño documento, breve, pero rico y colmo de propuestas, Seréis verdaderamente libres, Carta sobre la marginación: “Viviendo en contacto con historias ‘duras’, no podemos no involucrarnos afectiva y racionalmente. De aquí los gritos, la profunda toma de posición, las rebeliones fundadas y generalmente necesarias. No es posible permitir que quienes están en dificultad aún esperen, cuando a lo mejor toda su vida ha sido necesitada. A la observación que generalmente se nos hace de que no tenemos una visión serena y global de la vida y de la propuesta pastoral, respondemos que no podemos tener. Porque serenidad y globalidad son una meta, una “utopía”, en un mundo arribista y conflictivo. Asimismo, recientemente ¿no ha sido la Conferencia Episcopal Italiana la que ha sugerido a las comunidades eclesiales partir de nuevo de las necesidades “de los últimos”.  (Sarete liberi davvero, p.12).

En esta vida difícil, la Comunidad de San Benedetto al Porto sigue fundando su metodología educacional basada en reconocer a cada uno las potencialidades de ser con-creadores de una perspectiva de concordia y paz. Dios no ha creado la muerte y no se solaza con el fracaso de los vivientes. Es, justamente escuchando como se puede desarrollar la capacidad de comprender, la solidaridad liberadora, que siempre han estado como base de la metodología de nuestra Comunidad , que vive en el territorio, que respeta y se confronta con las ideas de cada uno, que propone el cambio no solo personal, sino colectivo, para superar nuestros egoísmos e individualidades. 

Sabemos cuanto sea difícil y doloroso el camino del cambio. Es necesaria una valiente exploración de la vida, donde reconocer nuestras dependencias suscitadas por un código de preceptos y prohibiciones que impide conformismos, certezas inoxidables, donde se es impedido de liberar profundas verdades, donde separar los elementos oscuros de aquellos luminosos, donde descubrir la parte mejor de nosotros, para tomar de nuevo las riendas de la propia vida, conscientes de lo que se piensa, se hace, se desea.

Toda la acción de Don Gallo se verifica en esta atención y tensión. En la Comunidad hemos aprendido a vivir. Podemos decir que como salesiano Don Gallo siempre ha seguido el método preventivo de Don Bosco. Sin descuidar la necesaria firmeza, su compromiso es fortificar la Voluntad en la persona para que se disponga al Bien. Ha dado y sigue dando confianza a la inteligencia, sensibilidad, incluso a esa espiritualidad laica o de fe, que enseña a Amar. Es diario su llamado a combatir el cansancio y el desaliento, a no rendirse frente a los obstáculos, a aceptar los errores, ya que justamente los errores pueden iluminar la conciencia y favorecer el cambio. En esta acción pedagógica don Andrea nunca se ha dejado tentar por la ambición de  determinar los cambios con imposiciones, o hacer cosas que pudieran tener un efecto persuasor sobre los demás. Su metodología siempre se propuso la aventura de una cultura que supiera dinamizar las conciencias.

Le reconocemos la honestidad de admitir que la actividad de la conciencia no es comunicable. Porque solamente en un clima de consecuencia es posible desarrollar una energía transformadora que favorezca el pasaje de condiciones de sumisión a sujetos históricos que viven su tiempo “con los pies en la tierra y los ojos mirando el cielo”.

Desde sus comienzos la Comunidad quiso ser un taller de socialización y de investigación de sentido, para los creyentes lugar teológico, para todos escuela de democracia en una relación de existencia-sufrimiento de las personas con el Cuerpo Social. En esta relación, justamente han sido las dudas las que han sugerido caminos nuevos y fecundos. La carta a Diogneto siempre ha sido un texto con el que era necesario confrontarse. Nos desconcierta saber que aún hay fieles que presionan al cardenal para que sancione al disidente. Quien ha compartido siempre con los últimos sufrimientos, miserias, dificultades, ¿de qué y de quién disiente?

Hoy, de cara al referendo del 12 y 13 de junio tenemos dudas éticas, científicas, políticas. ¿Cómo escoger entre los científicos excelentes que representan el Sí y quienes el No? ¿Cómo entender entre los arribismos y las competencias prácticas? Pero las dudas no pueden ser eliminadas con las prohibiciones. Nos sorprende que el llamado de un cardenal no se quede en los límites de consejos y sugerencias, sino que va más allá y amenaza sanciones. En nuestra opinión, hubiese sido mucho más pastoral si el cardenal ordena a Don Andrea Gallo el silencio; don Andrea obedecerá a su pastor, como siempre ha obedecido. No tiene fronteras el Amor de don Andrea por su Iglesia.

Por último, deseamos llamar a una reflexión. En esta discusión han aparecido profetas que quieren hacerse pasar por legisladores y legisladores que pasan por profetas. Nos encontramos así entre falsos profetas y tiranos. ¡Como laicos y creyentes de la Comunidad San Benedetto al Porto, esperamos que se vuelva a legisladores laicos y razonables, que los profetas se libren de la tentación de imponer con las leyes y los tribunales su Mensaje, para volver a tener confianza en la audiencia y en la conciencia!

Génova, 3 giugno 2005

 

Un grupo de creyentes y no creyentes de la Comunidad de San Benedetto al Porto

 

 

ACLI Y DOCENTES CATOLICOS:

ADIOS AL UNANISMISMO  POR LA ABSTENCIÓN

32859. ROMA-ADISTA. La ’“indicación”, dada por el cardenal Ruini a los católicos de no votar en el referendo del 12 y 13 de junio está encontrando una oposición cada vez más amplia y férrea. Es difícil dar a conocer todos los llamados y documentos en los que se argumenta, por el contrario, la necesidad de votar. Uno de estos proviene incluso del interior de una asociación laica – Asociaciones Cristianas de Trabajadores, ACLI – que abrazó la decisión de abstención. Nos referimos a ACLI-Alemania que pide a “los italianos de Alemania” la participación “en el espíritu del Concilio Vaticano II”. Brevísimo el texto que se lee a continuación. A este texto sigue un llamando de ex dirigentes de ACLI, con unas treinta firmas, entre ellas las de Geo Brenna, Franco Passuello, Fausto Tortora, Giuseppe Reburdo, Emilio Gabaglio).

Del ambiente universitario llega otro texto, “De católicos contra la abstención de la opción”, que define “poco límpida”, “contradictoria” e “inoportuna” la indicación de la Cei. Entre los firmatarios del documento (que va después del llamado de ACLI)  se encuentran historiadores de la iglesia como Franco Bolgiani y el padre Achille Erba, filósofos como Claudio Ciancio y Ugo Perrone, historiadores comoGian Giacomo Migone y Gian Carlo Jocteau (firmatario también del llamado publicado en el n. 38/05 de Adista), juristas como Franco Balosso y Gustavo Zagrebelsky.

 

HACED USO DE VUESTRO VOTO

Comunicado de Acli Alemania sobre los referendos del 12/13 de junio.

 

El referendo sobre la abrogación de algunas disposiciones de la ley n. 40 del 19 de febrero de 2004 sobre la fecundación médicamente asistida llamará a expresar su opinión también  a los ciudadanos italianos residentes en el extranjero, inscritos  en los registros electorales. ACLI Alemania, en el espíritu del Concilio Vaticano II que, reconociendo el rol y de la autonomía del pueblo de Dios, lalaba a hombres y mujeres a confrontarse sin barreras ideológicas con los “signos de los tiempos”, piden a los italianos de Alemania que hagan uso del propio voto.

Vida, paz, libertad y democracia, de hecho, son todos valores irrenunciables para nuestra asociación. Dado que en nuestra realidad de emigración la información sobre las preguntas referendarias ha sido hasta ahora muy escasa, llamamos a los electores a informarse e ir a votar en plena conciencia, con la convicción de que cada cita electoral representa un momento fundamental de la vida democrática. 

Las ACLI Alemania  están orgullosas de su propia autonomía, conquistada a caro precio, y puesta en práctica en el curso de los años, también por haber asumido posiciones incómodas sobre cuestiones de mayor importancia en la vida social y política. 

Nuestra autonomía se ejerce en la capacidad de elaborar propuestas fuertes y de signo inequívoco, que representan un elemento de discusión también entre las mismas fuerzas sociales y políticas con las que ACLI se siente con más afinidad.

Una asociación cristiana como la nuestra no puede sino reivindicar, por lo tanto, la propia autonomía de la política. Y, todavía, es necesario precisar que autonomía no es sinónimo de neutralidad, sino de opción consciente. La buena disposición a confrontarse y colaborar debe ir más allá de la afiliación religiosa: no es el “diploma” de creyentes lo que hace que los objetivos sean comunes. Hoy los cristianos están presentes en todas las fuerzas políticas, han interiorizado el principio de la laicidad de la política y de las instituciones, no se ponen más el problema de hacer causa común., en cuanto creyentes, sino que desarrolla más bien un rol determinante  de elaboración y propuesta al lado de personas con quienes comparten objetivos.

Participar en la vida política, a partir del ejercicio del derecho a voto, es, para nosotros, democráticos y cristianos, uno de los compromisos más importantes.

La presidencia Acli Alemanna

 

NOSOTROS, EX DIRIGENTES Y MILITANTES DE ACLI

LLAMAMOS A VOTAR

“Nacimos” a la vida civil y social en ACLI. Muchos de nosotros hemos tenido responsabilidades relevantes en la Asociación. Muy jóvenes fuimos conquistados y motivados por un sistema de valores que plantaba sus fundamentos en la participación a la vida de la comunidad y en la autónoma asunción de responsabilidades de los laicos cristianos en las opciones sociales y políticas concretas (Constitución conciliar "Gaudium et spes", n. 75). Nos motivó la idea de que fuese correcto emplear nuestras vidas ocupándonos también “de los otros”! y no solo de nosotros mismos. Una convicción que ha marcado nuestra formación y que nos ha acompañado en todo nuestro camino personal y político.

Por esto motivos, la indicación de la Conferencia Episcopal Italiana, hecha propia por ACLI, de abstenerse en el referendo sobre la fecundación asistida, nos ha particularmente asombrado y amargado. Estamos acostumbrados a pensar en una Iglesia y en laicos cristianos que combaten por promover sus valores en una sociedad pluralista sin esconderse tras escamotages humillantes.

Nos han explicado que la abstención es legítima y, en realidad no es eso lo que está en discusión; pero dudamos que esta sea la opción justa desde el punto de vista ético y civil. Además nos parece un pésimo mensaje para las jóvenes generaciones, de quienes se lamenta a menudo su desinterés por la cosa pública. Nos dicen que la abstención no es desinterés y fuga, pero ella no permite, cierto, distinguirse de quienes no van a votar por apatía o desinterés hacia la comunidad.

Consideramos que los Obispos tienen el deber de recordar los principios de la doctrina cristiana, pero reivindicamos a cada cristiano el derecho, en el respeto de la laicidad del Estado, de realizar las opciones que ellos, en conciencia, consideren mejor, en un determinado momento, de cara a las exigencias de la convivencia civil.

Aun teniendo, en el mérito de las preguntas referendarias, posiciones diversas, nosotros iremos a votar. 

 

Andrea Amato, Pier Paolo Benedetti, Pinuccia Bertone, Gianna Bitto, Mariangela Bogliaccino, Geo Brenna, Francesco Calmarini, Anna Ciaperoni, Maria Coscia, Giovanna Cumino, Tom Dealessandri,

Francesco De Falchi, Dolores Deidda, Antonietta De Santis, Costanza Fanelli, Marta Farinati, Toni Ferigo, Maria Filippi, Emilio Gabaglio, Maria Gallo, Renzo Innocenti, Lorenzo Loporcaro,

Lucia Magnano, Anna Maria Marlia, Franco Passuello, Antonio Picchi, Carlo Pignocco, Sandra Ramadori, Giuseppe Reburdo, Lorenzo Scheggi Merlini, PierGiuseppe Sozzi, Fausto Tortora.

 

DE CATOLICOS, CONTRA LA ABSTENCION

Llamado de los docentes universitarios

El referendo sobre algunos artículos de la ley 40, que reglamenta la fecundación asistida, pone en juego cuestiones importantes y de dificilísima solución, que dividen a los ciudadanos más allá de sus afiliaciones políticas y confesionales y aún más generan incertidumbre y confusión. Dudas y orientaciones diferentes definen la posición de los firmatarios del siguiente llamado, que, no obstante, comparten las siguientes convicciones:

La ley 40 contiene lagunas y contradicciones en sí misma y respecto a otras leyes.

Los referendos que se desarrollarán el 12 de junio tienen el mérito de haber puesto en el tapete graves problemas que derivan de la ley en discusión de abrir un debate público muy útil no solamente de cara a las opciones referendarias, sino a un nivel más en general sobre los problemas jurídicos, científicos, éticos y religiosos que implican esas opciones

Por esta razón somos contrarios a la indicación de no votar. Esta indicación también es poco límpida, porque tiende a utilizar y a fomentar el desinterés por las cuestiones que están en juego, sumándolo a la opción contraria a las preguntas de los referendos, tiende a desvalorizar el instituto del referendo y a favorecer una actitud de irresponsabilidad. Asimismo, resulta contradictoria respecto al carácter de principio que se asigna a  los argumentos usados para justificarla. Si la opción de no votar puede ser plausible respecto a asuntos de escasa importancia, lo mismo no se puede decir respecto de temas que ponen en juego principios de fundamental importancia, como la vida, la salud, la investigación científica y sus límites. 

El llamado a la no participación al voto, que llegó de los vértices de la Cei, es por eso inoportuno y ,e en particular a los creyentes les aparece como una incomprensible e injustificada pretensión de la jerarquía eclesiástica a dictar normas que se refieren no a principios ni orientaciones de fondo, sino al detalle y  las técnicas  de comportamientos políticos.

Aun con la convicción de la dificultad de las opciones y probablemente de la no superación de algunas dudas, llamamos a todos, creyentes y no creyentes, a madurar una opción meditada y expresarla con el voto.

 

Franco Balosso, Fiorella e Luciano Bassignana, Toni Begani, Franco Bolgiani, Cristina e Giuseppe Bordello, Stefano Brusasco, Melita Cataldi, Claudio Ciancio, Renata e Franco Camoletto, Piero

Degennaro, Stefania Di Terlizzi, padre Achille Erba, Carla Fantino, Elisabetta Galeotti, Marzio Galeotti, Giovanna Gambarotta, Eugenio Gili, Antonietta Guadagnino, Gianna Guelpa, Gian Carlo

Jocteau, Dora Marucco, Gian Giacomo Migone, Mario Mosca, Laura Operti, Gabriella Orefice, Maurizio Pagano, Anna Pelloso, Ugo Perone, Franco Peyretti, Narinella Poggi, Katie Roggero, Mario Rosa, Ugo Gianni Rosenberg, Luciana Ruatta, Stefano Sciuto, Adriana Stancati, Angela Suppo, Gino Tedone, Domenico Todisco, Paolo Torreri, Rosanna Tos, Alberto Tridente, Federico Vercellone, Anna

Viacava, Gustavo Zagrebelsky.

 

SÍ, NO, NO SE, LO IMPORTANTE ES QUE SE VOTE. EL DOCUMENTO VALDES

32860 ROMA-ADISTA Fulvio Ferrario, Daniele Garrone, Ermanno Genre, Martin Hirzely Yann Redalié, profesores de la Facultad Valdés de Teología de Roma, han hecho público, el pasado 3 de junio, un documento donde toman posición sobre la necesidad de votar en los referendos inminentes sobre la fecundación asistida. “El sí, el no, o el papel blanco depositados en la urna son totalmente secundarios, lo que es decisivo, en cambio es quien va o no va a votar”, escriben. Justamente por esto, “es obligación ir a votar”. He aquí el texto escrito por ellos.

 

Comprometidos desde mucho tiempo con el diálogo ecuménico e interreligioso, nos parece importante decir con franqueza por qué no podemos aceptar el llamado obsesivo de la CEI, ciertamente dirigido en primer lugar a los católicos, pero también a todos los cristianos y los ciudadanos de este país, a no ir a votar los cuatro referendos relacionados con la ley 40/2004 sobre la fecundación asistida, el 12 y 13 de junio de 2005.”

Nuestra Iglesia, sobre la cuestión objeto de las preguntas del referendo, no tomó ninguna postura oficial, por cierto no faltaron significativas tomas de posición a favor de los referendo abrogativos, pero las posturas no son unánimes (véase el informe del semanal Riforma del 27.05.05). Como en otras ocasiones iguales, para la formación de la propia convicción se prefirió privilegiar un debate largo y profundo y confrontación libre sobre argumentos tan esenciales y delicados.

Pero sobre un punto consideramos obligatorio intervenir, es decir sobre la libre y personal decisión, tomada en conciencia por cada uno, fundamento de la expresión democrática, que en nuestros sistemas electorales viene garantizada por el secreto del voto. Aquí no se pone en discusión la legitimidad de la abstención o del no votar; llamar a la abstención es plenamente legítimo desde el punto de vista de la ley. Pero la cuestión de fondo es otra: esta concierne al ejercicio de la libertad de expresar la propia opinión personal.

La campaña que se ha desarrollado en las últimas semanas por parte de la CEI, ya sea a través de los medios de comunicación, ya sea a través de una movilización capilar en las parroquias, ha trasladado el lugar de la decisión fuera de las cabinas de votación. En efecto, si el significado de no votar queda ambiguo – puede ser motivado por la indiferencia total o por la más fuerte convicción – , el ir a votar, acto manifiesto, público y no garantizado por el secreto,  toma un evidente significado de desobediencia a la autoridad eclesiástica (o por lo menos a no acoger el llamado obsesivo de la jerarquía católica).

El sí, el no, o el papel blanco depositados en la urna se hicieron totalmente secundarios, lo que es decisivo, en cambio es quien va o no va a votar. Y esta situación en un país donde la presencia de la Iglesia católica es capilar, y donde muchas personas dependen de ella para su trabajo de cada día, representa una notable presión, capaz de provocar autocensura.

Dialogar en una confrontación libre e ideal, convencer y dejarse convencer, y luego dejar la plena libertad de expresión de la propia convicción: este es el llamado que quisiéramos dirigir a todos los que tienen una posición en el debate. También por esta fundamental motivación, para nosotros es obligatorio ir a votar el 12 y 13 de junio”.

Roma, 3 de junio de 2005

 

BENEDICTO XVI APOYA LA CAMPAÑA ABSTENSIONISTA DEL CARDENAL RUINI

32861. ROMA-ADISTA. En su discurso dirigido a los obispos italianos en la mañana del 30 de mayo, después de la apertura, en el Vaticano, de la 54° asamblea general de la CEI, Benedicto XVI no escatimó su apoyo a la línea del cardenal Ruini, es más, se expuso totalmente en su discurso, donde pronunció frases espontáneas que luego la sala de Prensa de la Santa Sede no citó al difundir la versión oficial (boletín del 30/5). Frases que, además, recibieron rumorosos aplausos, como testimonia claramente la crónica radiofónica de Radio Vaticana (Radiodiario de las 14,30). Por ejemplo,  donde Ratzinger se congratula con los obispos por su compromiso “ con la ley sobre la fecundación asistida”, dice que “justamente en su claridad y concreción”, ello “es signo de la solicitación de los verdaderos buenos pastores ” (cursivo editorial), quienes, en el documento oficial, pierden las atribuciones de “verdaderos” y buenos” para convertirse, más asépticamente, en “pastores”.

Luego el papa agrega: “estoy cercano a vosotros con la palabra y oración, confiando en la luz y en la gracia del Espíritu que actúa en las conciencias y en los corazones. Y aquí no trabajamos por intereses católicos, sino siempre por el hombre, criatura de Dios” (cursivo editorial) – otra frase que no se encuentra en el documento oficial y también esta seguida de “aplausos”. Todo esto en perfecta consonancia con la Prelusión del cardenal Ruini a la apertura de la 54° Asamblea General de la CEI (Roma, 30-31 de mayo, una asamblea de sólo dos días en vez de los cinco tradicionales).

“No nos mueven intereses de parte, aunque fuesen católicos”, declara el presidente de la CEI, tras haber reiterado que la línea de la abstención no es una “opción de indiferencia”, sino que es la única válida para impedir que se alcance el quórum: “No entramos en competiciones de partidos, nos preocupamos única y concretamente de aquella defensa y promoción del hombre que es parte integrante del anuncio del Evangelio”, asegura el cardenal, también si en su prelusión habla de “orientar”, “impulsar hacia una cierta dirección”, etc.

Esta terminología, explica un teólogo que trabaja para la CEI en el periódico Il Corriere della Sera (1/06), entra en la categoría de las indicaciones “prudenciales”, que no expresan una “obligación”, sino que concilian elementos doctrinales con evaluaciones prácticas.

La misma clase de prudencia usada, en asamblea concluida, por monseñor Giuseppe Betori (que Ruini ha reconfirmado en su cargo de secretario de la CEI), al comentar las decisiones de aquellos católicos, en vistosa aumentación, que anuncian que irán a votar sintiéndose legitimados por las mismas palabras del papa, que, en una parte de su discurso, había elogiado a los obispos “comprometidos con alumbrar las opciones de los católicos”, como si afirmara la posibilidad de más opciones, de esta manera. “Estamos perplejos – dijo Betori – frente a quien piensa que las palabras del papa sean de apoyo a los obispos, pero que contemporáneamente permitan desatender las indicaciones de éstos. Nos detenemos aquí – añadió – y no expresamos ningún juicio”. Es decir, otra indicación prudencial.

He aquí las partes reservadas a la fecundación asistida en los discursos del pontífice y del presidente de la CEI.

 

BENEDICTO XVI: ESTOS BUENOS OBISPOS ITALIANOS

“(...). Una cuestión neurálgica, que requiere nuestra más grande atención pastoral, es la de la familia. En Italia, más que en otros países, la familia representa realmente la célula fundamental de la sociedad, está profundamente radicada en el corazón de las generaciones jóvenes y se hace cargo de muchos problemas, ofreciendo apoyo y remedio a situaciones que, de otro modo, serían desesperadas. Sin embargo, también en Italia la familia está expuesta, en el actual clima cultural, a muchos riesgos y amenazas que todos conocemos.

A la fragilidad e instabilidad interior de muchas uniones conyugales se suma la tendencia, difundida en la sociedad y en la cultura, a cuestionar el carácter único y la misión propia de la familia fundada sobre el matrimonio. Además, justo Italia es una de las naciones donde la escasez de nacimientos es más grave e persistente, con consecuencias que ya pesan en todo el cuerpo social. Por esta razón, desde mucho tiempo Vosotros, obispos italianos habéis unido vuestra voz con la de Juan Pablo II, antes que todo en el defender el carácter sagrado de la vida humana y el valor de la institución matrimonial, pero también en promover el papel de la familia en la Iglesia y en la sociedad, pidiendo medidas económicas y legislativas que apoyen a las familias jóvenes en la generación y educación de los hijos. En el mismo espíritu estáis actualmente comprometidos a alumbrar y motivar las opciones de los católicos y de todos los ciudadanos hacia los referendos ya inminentes relacionados con la ley de fecundación asistida: justamente en su claridad y concreción, vuestro  empeño es signo de la preocupación de los Pastores por cada ser humano, que nunca puede reducirse a un medio, sino es siempre un fin, como nos enseña nuestro Señor Jesucristo en su Evangelio y como nos dice la misma razón humana. En tal empeño, y en toda la múltiple obra que forma parte de la misión y deber de los Pastores, estoy cercano a vosotros con la palabra y con la oración, confiando en la luz y en la gracia del Espíritu que actúa en las conciencias y en los corazones.

La misma preocupación por el verdadero bien del hombre que nos empuja a ocuparnos de los destinos de las familias y del respeto de la vida humana se expresa en la atención a los pobres que tenemos entre nosotros, a los enfermos, a los inmigrantes, a los pueblos exterminados por enfermedades, guerras y hambre. Queridos hermanos Obispos italianos, deseo agradecer a vosotros y a vuestros fieles por la amplitud de vuestra caridad, que contribuye a que la Iglesia sea  concretamente aquel pueblo nuevo donde nadie es extranjero. Acordémonos siempre de las palabras del Señor: lo que habéis hecho “a uno sólo de éstos hermanos pequeños, lo habréis hecho a mi” (Mateo, 25, 49) (...)”.  

 

CARDENAL RUINI: NI INDIFERENCIA INTERÉS DE PARTE

“(...) Ya está cercano el referéndum relacionado con la fecundación asistida. Nuestra posición de cara al tema es conocida y es aquella indicada también por el Comité “Ciencia y Vida”: es decir, estamos por una consciente no participación al voto, que tiene el significado de un doble “no”, a los contenidos de las preguntas sujetas a referéndum, que empeoran irremediablemente y vacían la ley, abriendo de nuevo, y en larga medida, la puerta a peligrosos vacíos normativos, y al uso del instrumento referendario sobre una cuestión tan compleja y delicada. Por lo tanto, no se trata de una opción de indiferencia, todo lo contrario, sino oponerse de manera recta y eficaz a una lógica que – prescindiendo de las intenciones de sus promotores  – pone en peligro los fundamentos humanos y morales de nuestra civilización.

El debate que se desarrolló en estas semanas tuvo el mérito de evidenciar que en concreto la única manera para oponerse efectivamente al empeoramiento de la ley es la de no votar, dado que aun el votar NO, contribuye a que se alcance el quórum, y de hecho es una ayuda, aunque involuntaria, a los promotores del referéndum.

No renunciamos a esperar en un debate que no eluda demasiado el objetivo verdadero y en una información que represente de manera suficientemente equilibrada las posturas que se enfrentan.

Además, nos permitimos pedirle a todos que evalúen con serenidad también las razones de nosotros los Pastores. No nos mueven intereses de parte, fuese incluso la parte católica. No entramos en competiciones de partidos, pero nos preocupamos única y concretamente de aquella defensa del hombre que es parte integrante del anuncio del Evangelio. No estamos en contra de la ciencia y el progreso: todo lo contrario, admiramos y apoyamos los frutos de la investigación y de la inteligencia, que es el signo de la imagen de Dios en el hombre. Y así queremos que la ciencia esté al servicio del bien integral del hombre: no se trata, por lo tanto, de detener u obstaculizar el camino de la ciencia, sino de orientarlo de manera que no pierda de vista el valor y la dignidad de cada ser humano. No son sólo razones éticas las que nos empujan hacia esta dirección, sino también un evidente principio de precaución, que debe encontrar aplicación antes que todo cuando se actúa directamente en la vida humana. Sólo así se tendrán ventajas seguras, y no peligros, incluso para nuestra salud. No nos mueve la indiferencia o insensibilidad, sino que el amor sincero por cada mujer y hombre.

Las noticias, que llegan a intervalos cada vez  más frecuentes, de experimentaciones hechas en los embriones prescindiendo de su carácter humano, confirman la necesidad de normas que reglamenten esta cuestión en rápido desarrollo: sin estas, probablemente llegaremos antes de lo previsto a resultados que suscitan horror y miedo. En cambio, existen alternativas precisas, como aquellas basadas sobre las células estaminales obtenidas sin suprimir embriones, que ya han dado, a diferencia de otras, resultados clínicos completos: en su ulterior desarrollo, justo la investigación italiana, si apoyada adecuadamente, puede, hoy en día, contribuir fácilmente.

En un contexto similar son de buen auspicio, sea la gran conciencia, unidad y empeño de los que  los católicos italianos están dando prueba, en sintonía con una orientación que es de la Iglesia universal, sea el multiplicarse de voces influyentes, de las más distintas a competencias y matrices culturales, que expresan con claridad y fuerza argumentos en pos del respeto de la vida humana y del derecho de los hijos a conocer a sus propios padres.

Estas voces interpretan por cierto el profundo sentir de tantos italianos.

A todos, también a aquellos que contestan más duramente nuestras posiciones y nuestro derecho mismo y deber a expresarnos sobre esta materia, quisiéramos decirles que no puede haber un futuro positivo y aceptable si se pierde la unidad de la medida de la vida humana. Estamos ciertos, con nuestro actual empeño, de no ser unos “anticuados”, sino de formar parte de aquellos que trabajan por el futuro (...)”.

 

DEL FRENTE DE LOS CATOLICOS DESOBEDIENTES.

CARTA DE ADISTA A “REPUBBLICA”

32862. ROMA-ADISTA. “¿Donde haN ido a parar el católico desobediente?”, se pregunta el periodista Gad Lerner desde las páginas del diario “La Repubblica” (3/6) comparando el disenso católico que se movilizó a favor del divorcio en 1974 con la reacción de los católicos frente a la postura de la Conferencia Episcopal italiana sobre el referendo del 12/13 junio. “Sobre la indicación de boicot del referendo – sostiene Lerner – de la galaxia católica no llegan los ecos de discusiones apasionadas, mientras prevalece una disciplina mezclada a una pereza difundida. Por esta razón es engorroso el parangón con el tumultuoso, apasionado debate que remecía las asociaciones católicas y las parroquias en aquel fatídico 1974. ¡Nada que ver con la calma soporífera que se advierte en ACLI, en la Cisl, en la Acción Católica el 2005!”.

Eran otros tiempos, refiere Lerner: aquellos de los 92 firmatarios del llamado a los democráticos de fe cristiana, firmado de importantes exponentes del catolicismo democrático que “veinte años después habría dado vida a la experiencia política del Olivo. Y esto sin que quienes disentían hubiesen podido encontrar lugar en la Democracia Cristiana (DC), porque la izquierda democratacristiana había “ha aportado unánime sus votos, a la temeraria cruzada de Fanfani” (Amintore Fanfani, Secretario General de la DC en la época del referéndum sobre el devorcio NdT). Junto a ese llamado florecieron también “posturas de cristianos más comprometidos en el frente del trabajo y de la justicia social”: dirigentes de la confederación sindical Cisl y aclistas como Emilio Gabaglio que, recuerda Lerner, escribía que, como cristiano, había aprendido que “la fe no se impone, sino se testimonia”.

Respecto a esos tiempos, se interroga Lerner, ¿alguien logra imaginarse posturas tan vigorosas al interior de la Cisl de Savino Pezzotta o en las Acli de Luigi Bobba? Felices quienes pueden responder: mejor así, quiere decir que hoy los católicos italianos se presentan compactos, con pocas excepciones, de cara a la línea del cardenal Camillo Ruini. Además, sigue el periodista, si “la lista de sacerdotes que votarán, publicadas por la agencia Adista resultan escasas”, del mismo modo, sin embargo, “tampoco se podrá sostener que en las parroquias se realice una campaña apasionada por la abstención”.

En conclusión, lo que tenemos por delante es un panorama eclesial “cloroformizado” que debería inducir también a Ruini “a evocar con nostalgia la realidad efervescente de 1974”. Al proceso de secularización de la sociedad, a la reducción del número de las parroquias y de las diócesis, se agrega, según Lerner, una crisis de vitalidad del catolicismo italiano. A partir de las asociaciones históricas del laicado católico, “pacificadas en la superficie”, pero en el fondo “También muy vacías”. Así, concluye el periodista “treinta y un años después habrá llegado el tiempo de la desobediencia”, pero “parece un tiempo más sordo, un tiempo de derrota espiritual”.

Llamada en causa directamente por el artículo de Lerner, la redacción de Adista respondió con algunas consideraciones, enviando a “la Repubblica” (“Cartas ” a Augias) la carta que publicamos a continuación *.

 

Estimulados  por el artículo de Lerner del 2 de junio “¿Donde ha ido a parar el católico desobediente?”, le enviamos el llamado promovido por Adista contra la equiparación hecha por la Cei entre “católicos consecuentes con su fe” y católicos “abstencionistas”.

Pero sobre todo, le pedimos que se de cuenta de que entre las mil firmas que a primera vista le podrían resultar “anónimas”, a excepción del algún nombre importante que también encontrará. Son sacerdotes, monjas, religiosos y religiosas, teólogos y teóloga, como también laicos católicos que a menudo provienen de experiencias asociativas importantes como la Acción Católica, Fuci, Agesci, Acli:es ese sector del mundo católico que aun insiste en reafirmar su derecho a pensar, argumentar en el campo de batalla público, tener una conciencia crítica no homologable a una afiliación, en fin, votar en el referendo en modo consecuente con esta libertad misma de conciencia. Es ese sector del mundo católico que sobre todo se rebela al corto circuito que hace de una fe, inmediatamente una ética, luego un derecho, luego una religión civil, y ahora inclusive una táctica electoral.

Ante todo, este mundo católico siente,  y también considera la fe como fin último,  garantía de la libertad de la existencia humana contra todo “becerro de oro”,  fin último que interroga la ética y el derecho, y que solo a través del laicado puede interactuar con la política.

Ciertamente no están los líderes actuales del laicado católico en esta lista de firmas, y será también verdadero que el número de sacerdotes resulta “débil”, como dice Lerner.

Sin embargo, quisiéramos recordar dos simples hechos: 1) por cada sacerdote que firma es necesario considerar que es un sacerdote que desafía sanciones como las que le llovieron a don Gallo solo por haber firmado y luego defendido el llamado en televisión  (en la carta que le envió el arzobispo de Génova, lo amenaza prácticamente de suspensión a divinis, v. actual número de Adista); 2) resultan firmatarios solo los adherentes y los cuadros locales de las organizaciones católicas, simplemente porque desde hace exactamente 20 años, es decir después de la destitución en 1985 del cardenal Ballestero, reemplazado en la Cei en un primer momento por el “confiable” cardenal Poletti y luego por el “ultra confiable” cardenal Ruini el laicado católico italiano ha sido sistemáticamente “reseteado” en sus vértices para ser funcional a la obediencia “tout-court”, sobre todo en las “grandes ocasiones”del mismo modo como no es por casualidad que entre los firmatarios resulten ex dirigentes nacionales que se formaron en la escuela del laicismo del post-Concilio.

Ello no justifica la aquiescencia servil, en las declaraciones oficiales, de asociaciones católicas que también forman en su interior al discernimiento crítico (de aquí la diferente conducta de los adherentes, diseminados en las diócesis italianas), pero en el análisis es necesario tomar en consideración que en la Iglesia católica, la jerarquía no es un optional, y que el modo de entender y  de administrar la jerarquía produce dos Iglesias diferentes, dos almas diversas del mundo católico: la conciliar o la clerical. Solo que a fuerza de obedecer – no por opción, como dice Cesana, sino por costumbre o prudencia, cuando no por temor –  falta la pasión para “argumentadora”, el deseo de diálogo, la tensión espiritual. ¿Para qué confrontarse con los demás, con quienes son diversos de mí, si la “fe” me entrega inmediatamente una línea de conducta? ¿A qué sirve la laicidad de la mediación política?

Y la indiferencia reina soberana: en el fondo, la abstención es más que una táctica, ya es un logotipo de la Iglesia italiana.

Por eso le solicitamos, estimado Augias, que le dé voz a este sector del mundo católico, no solo porque se moviliza contra la abstención a un referendo, sino también porque con esta movilización, reafirma la propia voluntad de un Estado laico, donde los puntos básicos de la vida común puedan regularse por un proceso compartido, incluso conflictivo en algunas ocasiones sobre contenidos específicos.

Gracias por la atención

La redacción de Adista. 

* Esta carta también fue enviada a Gad Lerner

 

EL 70% DE LAS PAREJAS QUE RECURREN A LA FECUNDACIÓN ASISTIDA ES CATÓLICO. UNA INVESTIGACIÓN EN LOS CENTROS DE SALUD

32863 ROMA-ADISTA ¿Quién es, aquí en Italia, quien recurre a la fecundación asistida, circunscrita en los límites de la ley 40? A pocos días de la votación referendaria, quien se lo pregunta es una investigación conducida por tres asociaciones de pacientes analizando los datos de 500 parejas enviados de cinco centros médicos ubicados en toda Italia. Y la respuesta puede sorprender sólo a quien está muy lejos de las exigencias y condiciones reales de las parejas que quieren tener hijos: el 70% de las parejas (336 sobre 200) que recurren a la fecundación asistida se declara creyente; de éstas, 291 (el 58%) asiste de alguna manera a la Iglesia y quienes practican regularmente son 47 (el 9,5%).

Se trata de un dato que no tiene que causar asombro, según Filomena Gallo, católica y practicante, presidenta de la asociación “Amiga Cigüeña”, entre las promotoras de la investigación junto a “Busco un niño”  y al sitio www.unbambino.it : “es justo en aquellos que tienen una visión tradicional de la familia y que piensan que el momento de la procreación sea el momento central de la vida matrimonial y que la filiación biológica asume una importancia fundamental y da sentido a la vida de pareja”.

Otro testimonio de la “disgregación de las jerarquías eclesiásticas de la vida diaria de los fieles”, comenta Federica Casadei, presidenta de “Busco un niño”. Disgregación que no se actúa de manera totalmente indolora: si el 68% de las parejas no sintió un verdadero “conflicto” en el momento de usar la fecundación asistida; sin embargo, este es el caso del 19% de las parejas y para 20 de estas, ha sido “muy fuerte”.

Sin embargo, no faltan los temores de carácter ético-religioso: el 20% de las parejas entrevistadas vive en la incertidumbre acerca si el embrión ya sea “vida” desde el primer instante; el 9,5% teme transgredir una prohibición de carácter religioso y el 7,2% hasta tiene miedo de “suplantarse a la divinidad”. Pero también son importantes los temores “laicos” de quien tiene miedo que sea violada su propia privacidad (39%) y de cuantos (otro 30%) se interrogan sobre cuanto sea correcto “forzar la naturaleza” para tener un hijo a toda costa. Signos de opciones que no se cumplen de manera irresponsable, en el signo del tan cacareado Far West, pero al mismo tiempo rinden testimonio de una tenaz defensa de la libertad de las propias conciencias. Sin embargo se registran todavía, y sobre todo entre los católicos, dudas y resistencias, debidas, según Angelo Gabriele Ajello de unbambino.it, a lo que se percibe como una verdadera agresión a raíz de las campañas anti-referendarias que para estas parejas se convierte en un verdadero encarnizamiento moral.

 

ALICI COMO ANTES.  SE CUMPLIERON LOS PRONÓSTICOS SOBRE LA ELECCIÓN DEL NUEVO PRESIDENTE DE LA ACCIÓN CATÓLICA

32864 ROMA-ADISTA En fin, como se había previsto (ver Adista n. 35/05), como Presidente  nacional de la Acción Católica fue designado Luigi Alici.  El Consejo permanente de la Conferencia Episcopal Italiana, que se reunió en la tarde del 31 de mayo para examinar la terna de candidatos propuesta por el Consejo Nacional de AC (además de Alici, estaban Ernesto Preziosi y Franco Miano), optó por quien venía considerado desde hace tiempo como una especie de presidente in pectore, y además era el candidato que había obtenido el mayor número de consensos para la sucesión de Paola Bignardi.

Alici, 55 años, docente de filosofía moral en la Universidad de Macerata, es un estimado dirigente la asociación, que, sin embargo estuvo al margen de los temas que encandecieron el debate en la AC en los últimos meses (aun si no viene considerado entre los partidarios de la línea expresada por la ex presidencia). Alici, para la CEI, era probablemente, entre los nombres de la terna, el candidato que ofrecía mayores garantías: en virtud de su prudencia, del hecho que, junto a Bignardi y a Preziosi, había adherido entre los primeros al Comité “Ciencia y Vida” para la abstención a los referendos sobre la fecundación asistida, pero también a raíz de los diferentes encargos eclesiales que ya había desarrollado, designado siempre por la CEI. En efecto, Alici es miembro del Grupo de trabajo del Proyecto cultural promovido por la Iglesia italiana, del Comité científico-organizador de las Semanas sociales de los católicos italianos y del que está preparando el IV Congreso de la Iglesia Italiana, que tendrá lugar en Verona (Alici ya participó a la organización del Congreso de Palermo en 1995).

Le auspicio que la experiencia que comienza hoy “pueda transformarse, para él, cada día en una hermosa aventura de fraternidad, creatividad, dedición”, dijo la ex presidenta Paola Bignardi, durante la transmisión del mando.

“Recibo la designación del consejo nacional y la llamada de los obispos para presidir la Acción Católica Italiana en el signo de la gratitud, esperanza y corresponsabilidad”, dijo Alici después de haber recibido la noticia de su elección. Alici definió la AC “inmersa pero no sumergida en el mundo”, “respetuosa de la legítima autonomía de las realidades terrenas” e identificó la tarea de “continuar a levantar alta y libre su voz en defensa de los valores irrenunciables de la vida, de la persona, de la paz, del bien común, dados también por nuestra Carta constitucional, como también inyectar en el tejido vivo de la sociedad italiana fermentos benéficos de virtuosa fraternidad”.

 

¡REMENDEMOS LA CONSTITUCIÓN! – PARTE LA CAMPAÑA CONTRA LA DESMEMBRACIÓN DE LA CARTA PROYECTADA POR EL CENTRODERECHA

32865 ROMA-ADISTA Un millón de firmas para bloquear la “contrarreforma” de la Constitución; el 2 de junio, fiesta de la República, convertido en “Día de la Constitución Italiana”; un enorme paño colorado, formado por pedazos de tela cosidos y firmados por los ciudadanos,  como metáfora del llamado a “remendar la Constitución”. Con estas nuevas iniciativas, Cittadinanzattiva y la Mesa de la Solidaridad presentan la nueva campaña “!Remendémosla!” – a la que adhirió también Magistratura Democrática, asociación progresista de la magistratura italiana  – en defensa de la Constitución italiana “hija de la Liberación y también del espíritu unitario de la Asamblea constituyente”.

Después de 60 años, se lee en el despacho, “no somos contrarios a la reforma por principio”.

Pero hay que oponerse a “un uso de la Constitución para finalidades electorales y políticas”: “una Constitución debe trascender los conflictos de la política de los partidos. No puede ser de derecha, ni de izquierda, y tampoco puede ser objeto de intercambio para finalidades electorales”.

Pero, más allá del método, “¡Remendémosla!” cuestiona también los contenidos de la reforma constitucional que la mayoría oficialista del centroderecha lleva a cabo en el Parlamento.

“La aprobación, el pasado 23 de mayo, en tercera lectura de la reforma de la segunda parte de la Constitución y los cambios introducidos por la mayoría oficialista en cincuenta artículos pone en peligro las bases comunes de nuestro orden democrático, mina la dimensión universal de los derechos de los ciudadanos, compromete el principio solidario en base al cual se cementa una comunidad, pone en peligro la maquinaria de pesos y contrapesos que son la base de un buen sistema democrático”.

Devolución y sistema de Gobierno (“premierato”, es decir un Primer Ministro fuerte) son los temas que suscitan mayores preocupaciones: la primera, explicaba Teresa Petrangolini, secretaria general de Cittadinanzattiva, en una entrevista en Avvenire del pasado octubre, “pone en peligro los derechos de los ciudadanos, los derechos a la salud y a la instrucción, amenazados por un “federalismo exagerado”, mientras la “participación activa y democrática” de los ciudadanos queda “relegada a un rincón” con “’premierato’ fuerte”.

En cambio, para tutelar y consolidar el “tejido constitucional”, los promotores de la campaña quieren una reforma que lleve a una “ampliación de los espacios democráticos”,   elaborada por una Asamblea constituyente, “realmente representativa de todas las voces que animan la vida democrática de un país”, más que por un grupo de expertos. Es necesario que las garantías, los principios y los derechos ratificados en la primera parte de nuestra Carta sean reafirmados con fuerza y sean previstos “criterios de incompatibilidad entre papeles/roles de gobierno a todos los niveles territoriales, y posiciones dominantes

en el sector económico y, en particular, de la información”.

 

¡QUEREMOS A BEPPE GRILLO COMO PRESIDENTE DEL WTO! LA CANDIDATURA ANTILIBERAL DE TRADEWATCH

32866. ROMA-ADISTA. Para quien considera el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio como instituciones no reformables, los nombramientos para guiar los dos organismos de Paul Wolwofitz  y Pascal Lamy representan “la guinda en la torta” (es decir lo último). El “súper-halcón” Paul Wolfowitz, ex vice-ministro de Defensa de EE.UU. y valiente defensor de los intereses estadounidenses, asumió el primero de junio la dirección del Banco Mundial, reemplazando a James Wolfenson, considerado en cambio un hombre abierto al dialogo (ya sea con los defensores, ya sea con los detractores de la globalización, con gobiernos y con ONG) y más atento a los temas de la lucha contra la pobreza y la salvaguardia del medio ambiente: una atención que se concretizó, durante su gestión, en una reducción de las financiaciones destinadas a las grandes obras de infraestructura, como los diques.

Apenas se instaló en la presidencia del Banco Mundial, Wolfowitx demostró tener las ideas claras, abriendo la posibilidad de revisar las modalidades de préstamo a los países emergentes, primeros entre todos China e India, y apoyando la necesidad de dirigir nuevamente la atención hacia el sector, mucho más rentable, de las infraestructuras. “La historia nos enseña – afirma Antonio Tricarico, coordinador de la Campaña para la reforma del Banco Mundial – que la administración de EE.UU. se acordó del Banco Mundial cuando lo necesitaba para sus propios intereses, por cierto no para los de los pobres del mundo”. Y hoy el interés es el de “llevar la voz cantante en el crecimiento de las nuevas potencias del Sur, a partir de la tanto temida China”. De hecho, concluyó Tricarico, “un Wolfowitz que negocia con las potencias emergentes del Sur del mundo pronostica una nueva Yalta económica, en un momento de preocupación por los indicadores económicos no equilibrados de la economía estadounidense. Los pobres del mundo tienen bien poco que ver en esta historia, que podría resolverse con perpetrar el mismo modelo de desarrollo desastroso que hemos conocido en los últimos decenios. Que Europa se despierte para no ser connivente, antes de ser marginalizada incluso en la instituciones de Bretón Woods”.

Sin embargo, de cara a la Organización Mundial del Comercio (WTO), Europa es mucho más que connivente, como demuestra la labor del neo director general del organismo, el ex comisario europeo para el Comercio Pascal Lamy. Como se lee en un despacho de Tradewatch, el Observatorio sobre el comercio internacional, Lamy es “el principal responsable del fracaso de las negociaciones” en la Cumbre de Cancún, en septiembre de 2003, por su total obcecación de cara a las peticiones del Sur del mundo: “Lamy es el mismo que decía no querer abrir el mercado europeo del agua y del suministro de los servicios hídricos a la competencia extranjera, mientras que, al mismo tiempo, le pedía a muchos de los países más pobres del planeta que se abrieran a las multinacionales.

Por ello, Tradewatch había opuesto, al ultraliberal Lamy, su candidato ideal al cargo de director general WTO: el cómico Beppe Grillo, en virtud de su “atención y competencia con relación al medio ambiente, a los problemas económicos y financieros, a las innovaciones en la economía, a las políticas de consumo crítico”. “En un club de obsesionados por el libre comercio – explicaba Tradewatch – se necesita a un cómico para volver a ser serios y mirar lejos, protegiendo el medio ambiente y los derechos fundamentales de todos en el único planeta que tenemos”. Una candidatura que Grillo acepó de inmediato, prestándose “con mucho gusto” a “hacer de detonador a esta provocación”: “mis posibilidades de convencer a Bush y Chirac” escribió en una carta abierta, “no son muy altas. En cambio, son mejores mis posibilidades de convencer a mucha gente a que se hagan alguna pregunta sobre las cosas que compran y que son dictadas por las reglas actuales del comercio mundial: ¿Por qué tenemos que comer alimentos contaminados por organismos modificados genéticamente sin que tengamos el derecho de saberlo, si la contaminación es menos del 0.9%? ¿Por qué en Génova cuesta menos hacer nuestra típica salsa con la albahaca vietnamita que con la regional? ¿Por qué en las cercanías de Bérgamo la típica Polenta se prepara con maíz argentino, pero nadie nos informa? ¿Por qué un litro de petróleo cuesta la mitad de uno de agua mineral?”.

Si, concluye Grillo, “quien gobierna el comercio mundial creó una situación con implicaciones trágicas y cómicas, entonces también un cómico puede dar su contribución”.

 

EL “NO” A LA CONSTITUCIÓN EUROPEA PARA UN “SÍ” A UNA SOCIEDAD MÁS SOLIDARIA

32867. ROMA-ADISTA No un rechazo de Europa, sino que un rechazo de esta Europa, de una Europa–fortaleza de los tecnócratas y de los mercaderes, del neo liberalismo, del pensamiento único. Es en esta perspectiva que el movimiento “altermundistaconsidera una buena noticia la victoria, en Francia y mucho más netamente en Holanda, del “No” al Tratado constitucional europeo: los numerosos “no”, se lee en los comentarios, entraña la posibilidad de un cambio de dirección, de una profunda reflexión de los fundamentos sobre los cuales se construye la Unión Europea, una nueva oportunidad para el nacimiento de una Europa social, democrática y de paz.

El resultado del referendo, hecho mucho más significativo por la alta concurrencia a las votaciones, vio triunfar, en realidad, una constelación de “no”, donde se enlazan posiciones políticas incluso muy distantes, cuando no opuestas: en Francia, quien se pronunció en contra de la Constitución, fue un arcoiris de fuerzas que va desde la extrema derecha nacionalista y xenófoba hasta la izquierda alternativa y “altermondialista”, pasando por los socialistas, que sobre el tema de la Constitución europea se dividieron casi en dos mitades exactas. Un “no” donde pesó la siempre más fuerte inseguridad social, el miedo a un futuro incierto frente a la creciente flexibilidad del trabajo, a la competencia salvaje inducida por la presencia de mano de obra barata proveniente del Este de Europa, a las “deslocalizaciones” (el traslado de empresas a Europa del Este, donde el precio del trabajo es mucho más bajo), a la reducción del poder adquisitivo de los trabajadores. En fin, un “no” que nace de la lucha por una sociedad más justa, solidaria, democrática, pacífica.

Attac Francia grita victoria, en primera línea en la lucha referendaria por el “no”, e invocan la realización, el próximo otoño, de una Convención de las redes ATTAC en Europa, en vista de la elaboración de una plataforma europea común para entregar a cada gobierno; en este sentido dan cita para una discusión profundizada sobre el tema en el Forum Social Europeo en programa en Atenas, en el año 2006.

Expresa satisfacción Arci, según el cual no se aprobó un tratado constitucional “que bajó desde lo alto” e “impregnado de liberalismo”, “hijo de una Europa que nace cerrando sus puertas a la sociedad de la orilla sur del Mediterráneo, rechaza a los inmigrantes y a quienes piden asilo, ve el Este europeo como un territorio de conquista, piensa en armarse”; “hijo de una política europea que privatiza los servicios de interés general y los bienes comunes, que considera el trabajo como una oportunidad y no como un derecho, que se construye en los cuartos cerrados de la burocracia y de los ministerios”. “La votación francesa – concluye Arci – descubre los límites y los errores con los cuales la unidad europea se ha ido construyendo hasta ahora. Y ahora se abre el espacio para pensar en una Constitución Europea que los corrija, marcando un serio cambio de dirección hacia la Europa social, de paz y democrática”.

Y el “sí a la paz y a la democracia europea – añade el europarlamentario Vittorio Agnoletto – pasa inevitablemente por el “reconocimiento de los derechos de ciudadanía a todos los que viven y trabajan en Europa, y no sólo a aquellos que han nacido ahí” y por la “defensa de lo que fue, y queda del Welfare europeo, con el compromiso de ampliar al resto del mundo las garantías que contiene”. De aquí, según Agnoletto, la necesidad de un “relanzamiento en gran estilo de un proceso constituyente desde abajo” y al mismo tiempo “la creación de una radicalidad programática de alto perfil por parte de la izquierda europea”. 

 

EL NUEVO CURSO DE LA IGLESIA FINLANDESA: FUERA EL CONCILIO, SE SIGUE CON KIKO

32868 HELSINKI – ADISTA. La diócesis de Helsinki es pequeña, con casi 8000 fieles, la única de Finlandia, donde los católicos conviven con grandes comunidades luteranas y ortodoxas de antigua tradición, en el cuadro de una sociedad desarrollada y altamente secularizada, típica del Norte de Europa. Con la Reforma, el catolicismo había casi desaparecido del país escandinavo, para renacer tímidamente sólo a comienzos del siglo XX, cuando fue ordenado en París el primer sacerdote finlandés. Y hay que esperar hasta 1961 para ver la ordenación de un sacerdote católico en Helsinki: hoy en día, son sólo 2 los sacerdotes que nacieron en Finlandia.

Una comunidad que, aun  pequeña – menos del 0.2% de la población –, había vivido por mucho tiempo serena bajo la guía de monseñor Paul Verschuren, dehoniano, conduciendo un fructuoso dialogo ecuménico con las otras confesiones cristianas presentes en el país. La situación sin embargo ha cambiado drásticamente a partir de 2000 cuando, con la muerte del anciano prelado, fue nombrado como su sucesor monseñor Józef Wróbel, también dehoniano, profesor de teología moral en Polonia. Con él, la mano larga de la normalización de Juan Pablo II llegaba también a Finlandia: la administración de las diócesis estaba en manos del Opus Dei, la catedral de San Enrique encargada a los neocatecumenales. Se marginaron los dos únicos sacerdotes finlandeses: el primero, Tuomo T. Vimpari, ordenado en 1999 por el mismo Verschuren, enviado a Roma para profundizar los estudios; el otro, el dehoniano Teemu Sippo, sacerdote de 30 años, alejado de la iglesia catedral y relegado como vice-párroco de la parroquia de Santa Maria en Helsinki; en su lugar, con el cargo de vicario general, fue puesto monseñor Marino Trevisini, neocatecumenal.

El Camino fundado por Kiko parece haber encontrado en Finlandia una de aquellas tierras de Europa donde es urgente una obra de “nueva evangelización” por parte de la Iglesia, que se encuentra, segundo monseñor Trevisini “en una situación de extrema debilidad”: “la destrucción de la familia es el signo más evidente”, agrega. Para combatir este problema, en 2003 el Camino abrió, con la bendición del nuevo obispo, un seminario “Redemptoris Mater” en Helsinki y ha enviado “en misión” en el país a numerosos presbíteros y a sus familias.

Pero el caso más clamoroso del nuevo curso inaugurado por Wróbel fue el de padre Jan Arts, holandés, dehoniano, administrador apostólico de la diócesis por más de veinte años, vicario general y brazo derecho de monseñor Verschuren. Inicialmente confirmado en su cargo por el nuevo titular, fue bruscamente alejado de la diócesis en mayo de 2002. En una carta publicata en la revista diocesana “FIDES”, monseñor Wróbel atribuía la medida no a motivaciones “basadas sobre cultura, teología, falta de comprensión, falta de confianza, diferencias de carácter”, sino “exclusivamente a la manera con la cual el Padre Jan desempeñaba  sus mansiones en la Diócesis”. Es decir, faltas de carácter administrativo, de las cuales, sin embargo, el obispo se negaba a dar ulteriores detalles. Sin embargo, en el decreto enviado al padre Arts, se especificaban en una “grave y continuada informalidad con relación al obispo y al cargo”. Una medida, la del obispo, que muchos fieles – inmediatamente solidarios con el sacerdote – vieron como un “castigo” por las “ideas liberales” del sacerdote,  encuadradas en un intento más general de imponer una línea moral y teológica “rigurosa”, en contraposición a aquella dialogante y ecuménica de su antecesor: por ejemplo, testimonio de esto fue la ausencia casi total de la Iglesia católica en la semana de oración por el ecumenismo, a comienzos de aquel año.

El Padre Arts, que vivía en Finlandia desde 40 años y había tomado la ciudadanía finlandesa, apeló a los superiores de su orden y a la Santa Sede, pero sin recibir respuestas significativas; y la situación no mejoró tampoco con la llegada del nuevo Nuncio apostólico para Escandinavia, monseñor Giovanni Tonucci: hoy en día, el padre Arts puede entrar en Finlandia sólo como ciudadano, sin poder ejercitar su función ministerial. El caso obtuvo la atención también del “Suomen Kuvalehti” (una de las más prestigiosas revistas finlandeses) y ha inducido a numerosos fieles a abandonar la Iglesia: el obispo – que en 5 años de estadía en el país todavía no ha aprendido el idioma – revindica un número creciente de católicos pero se trata, según fuentes locales, de católicos “de importación”, filipinos, vietnamitas, iraquíes refugiados.

La acusa de “disgregación de la Iglesia”, lanzada por monseñor Wróbel en contra de Arts “ha sido causada directamente por las intervenciones del obispo”, sostiene el sacerdote en una memoria defensiva.

En Helsinki, esperándose un regreso del padre Arts que ya parece improbable, son muchos los que extrañan el “sentido ecuménico, la caridad pastoral, las opciones apostólicas y el espíritu evangélico” de monseñor Verschuren, “hombre de dialogo y de grandes horizontes”, “hermosa figura de hijo del Concilio Vaticano II”, como lo recordó después de su muerte.  el padre Virginio Bressanelli, superior general de la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús (los dehonianos ). 

 

 

FUERA DEL TEMPLO

Homilías

 

Anno A

26 giugno 2005

XXIII Domenica

del Tempo

Ordinario

2Re 4,8-11.14-16

Sal 88

Rm 6,3-4.8-11

Mt 10,37-42

 

 

 

Quien no predica desde los altares

Y Quien no está en los altares

Quien está en la tierra y Quien en el cielo.

Ambas filas

De libres pensadores

Nos ofrecen el cuento

Del Otro afuera de las murallas,

Del Salido de cada altar

En búsqueda del corazón de cada hombre.

Ahora le toca

A los compañeros de viaje

Que nos precedieron,

Tanto en la tierra como en el cielo

Para no “santificarlos”

Tampoco nosotros.

Para no hacer íconos

Tal vez progresistas.

No los dejemos mudos

A “reposar en paz”.

Démosle la palabra.

 

Comentarios al Evangelio tomados de los pensamientos de quien supo hacerse una Profecía: con palabras, obras y contra cada omisión.

 

Giovanni

Vannucci

 

LOS DISCIPULOS

 

Tres cosas se piden a quien quiete seguir a Jesucristo: un amor más grande del que naturalmente se profesa a los padres y a los hijos; la asunción de la propia cruz; el don de la propia vida (cfr.  (cfr. Mt 10, 37-42).

El evangelista Lucas reproduce el testo más fuerte: “Si quien viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo” (Lc 14, 26). Palabras duras, pero que se entienden en la perspectiva que Cristo nos entreabre: el alcanzar a Dios, el convertirse en hijos de Dios, meta absoluta que no puede ser alcanzada, sino con un firme deseo de alejarse de todo lo que no es lo Intemporal, para vivir en comunión con el Yo divino que hay en cada hombre, en una participación vital a la realidad de todos los seres existentes en el tiempo.

En el versículo 34 del capítulo 10 de Mateo, Jesús dice: “No creáis que haya venido a traer la paz a la tierra, sino la espada”, La paz no es la inercia, la vida del discípulo de Cristo es combate continuo contra si mismo y contra todos los vínculos de la de la carne y de la sangre, contra las cadenas del egoísmo. El renueva la vida, pero la renueva en el choque valeroso, en el valeroso remar contra la corriente.

Cierto, desde este punto de vista la enseñanza de Cristo es asocial. La sociedad, en cuanto tal, no le interesa a Cristo; cada hombre es solo y deber llevar a sí mismo al Padre. Sociedad indica compromiso, vínculos, obstáculo para el logro del fin supremo que es la perfecta renuncia, que es en último término la muerte del hombre viejo, del hombre nacido de la carne y de la sangre; del hombre separado, separante y causa de división. La enseñanza de Cristo no concibe un orden social basado en la carne y en la sangre, que hace que los hombres sean hostiles entre ellos, concibe el orden social basado en la motivación de la paternidad divina, por l oque, no la carne y la sangre, sino la caridad, y el misterioso amor divino, unen los corazones y las conciencias en una aspiración común.

Quien amará al padre, la madre, los hijos más que a Cristo, no podrá salir del círculo de sangre, ni adir a los lazos divinos. Esta transformación de nuestros pequeños amores en el amor universal de los hijos de Dios constituye la cruz a la cual día a día el discípulo tendrá que subir para morir. Las premisas de la nueva conciencia hacen necesaria la ruptura de los vínculos carnales y al cambio substancial del ritmo natural de nuestros vínculos afectivos. El padre y la madre son el pasado, los hijos el futuro; pero para el hijo de Dios no existe pasado o futuro, no existen recuerdos o esperanzas, sino un eterno presente, una realidad inmanente y partícipe a todo el misterio divino caracterizan la conciencia cristiana.

El Padre que está en los cielos hace hermanos a los hijos que están en la tierra. No existe el rico o el pobre, el culto o el ignorante, el bueno o el malo, el libre o el esclavo: existe el Hombre y él es el hijo del Padre.

Ciertamente todo esto arrasa cada cosa, renueva cada cosa. Se rompen los vínculos de la corrupción, se tronchan los lazos de la separatividad, destruidos los límites del odio, abiertos los campos infinitos del amor. En la muerte de la carne, se asiste al prodigio del nacimiento del espíritu; todo esto no puede suceder sin lucha ni tormento.

Lógico, por lo tanto que Cristo haya llegado con la espada, lógico que El sea celoso de la posesión absoluta del discípulo, lógico que el discípulo que quiere seguirlo lleve, como El, la cruz. Cristo se dona a sí mismo,  no retiene, en forma egoísta  su vida, la da; El se dona y toma, se destruye en el don de sí y crea, como el pan que se come, se destruye y alimenta la vida. El ama y quiere ser amado, exigencia absoluta de vida y belleza, más que el padre y la madre, más que los hijos, más allá de la carne y de la sangre, en el espíritu; absoluto en lo Absoluto, eterno en lo Eterno.

En la nueva conciencia de Cristo, en el reconocimiento  del Padre común, en la religiosidad del Hijo, la separatividad, desaparece, los hombres se desvanecen, solo el Hombre permanece, los familiares tienen su razón de ser en la separatividad, no en la conciencia de ser todos hijos de un solo Padre. El cristiano que renegará la tradición recibida de los antepasados, que se negará sacrificar a las apariencias, que, buscando la verdad suprema, revelará el engaño de las mentiras de los sentidos y de los sentimientos, de la personalidad individual y colectiva, será considerado un pésimo miembro de la familia. Esta es la espada que Cristo ha llevado, junto a la cruz a la que debe subir quien quiere ser su discípulo. A pesar de esto, al cristiano se le pide una virtud más que humana. El cristiano es el que escucha la palabra de Dios y la pone en práctica; es el que no es más que el maestro, pero es perfecto como el Padre que está en los cielos, que “manda la lluvia y hace que salga el sol sobre el justo y sobre el pecador”. El amor que encuentra en la conciencia nueva de Cristo es un amor pleno y libre; ama, no porque es amado, sino porque el amor es la naturaleza misma de Dios; quien ama según la carne y la sangre no hace nada diverso de las otras criaturas; quien ama en la nueva conciencia de Cristo, ama como el Padre sabe amar. Por lo tanto, al discípulo se le pide una fuerza de ánimo serena y firme, que constituye una verdadera investidura de generosidad.

 

(De: Giovanni Vannucci, El Despertar de la conciencia, ex Ediciones Cens, ahora Servitium Città aperta edizioni srl / Associazione Emmaus via Conte Ruggero, 73 - 94018 Troina (En) tel. 0935.653530 - Fax 0935.650234; e-mail: s.egidio@servitium.it; internet: www.servitium.it)