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¿ES CUESTIÓN SÓLO DE LA PALABRA "MATRIMONIO" ?
23-9-2005
Antonio Duato
Moderador y
editor de ATRIO
Tanto
los obispos españoles como la dirección del PP han insistido
siempre en España, durante los últimos meses y ahora que se ha
decidido recurrir al Tribunal Constitucional, que no tienen nada
contra los homosexuales ni contra el reconocimiento jurídico de sus
parejas de hecho. Lo que les parecía mal era la utilización del término "matrimonio"
pues representaba un ataque a una institución de derecho natural
en la que se basa la familia y, por lo tanto, a la misma
familia. Y también han dicho siempre, desde el punto de vista moral,
que era sólo la práctica de
la homosexualidad la que era reprobable, no la mera tendencia,
contra la que la Iglesia no tenía ningún rechazo ni exclusión.
Pero los recientes acontecimientos sucedidos en Italia desvela que lo que verdaderamente aterroriza a la jerarquía de la
Iglesia católica es que se de cualquier tipo de "normalización"
al hecho de que haya parejas de personas del mismo sexo que se
amen y quieran unir sus vidas y también al hecho de que haya
personas con inclinación homosexual al servicio de la comunidad
cristiana aunque se comprometan a guardar el celibato con tanta
o más fidelidad que sus compañeros heterosexuales.
Veamos los datos:
1. El Vaticano arremete contra Prodi por los PACS.
Romani Prodi, coordinador del centroizquierda en la política
Italiana se ha atrevido a proponer que si ganan las próximas
elecciones propondrá una ley sobre los PACS (PActos Civiles de
Solidaridad). Con este nombre se viene defendiendo en Italia el
reconocimiento de Parejas de Hecho, incluidas las homosexuales
pero también las pre o extramatrimoniales. Es una tímida fórmula
para irles después reconociendo uno a uno diversos derechos de
pareja: fiscales, sucesorios, asistencia en hospitales y
decisiones médicas, etc... En Italia gran parte de colectivos de
izquierda ha aceptado esta solución por considerar impracticable
lo que llaman la "vía Zapatero".
¿Cuál ha sido la reacción de la jerarquía eclesiástica? Una
fulminante nota en L'Osservatore Romano, órgano oficial de
información de la Santa Sede: De las reuniones y encuentro tenidos en
este fin del verano hemos asistido a declaraciones de
numerosos líderes políticos sobre diferentes temas. Algunos de
estas declaraciones son reflexiones articuladas que van
preparando la campaña electoral que se anuncia como un
rastreamiento a la caza de votos. La última declaración es la que hizo el
líder de la Unión, Romano Prodi, en una carta que fue
leída con ocasión de la reunión del Consejo de grupo gay en
Izquierda Democrática: “Siento haber provocado la
desilusión de quienes esperaban ver referencia concreta a los
PACS en el breve texto que resume las líneas maestras de mi
programa... Por mi parte el problema no ha sido olvidado y
encontrará ciertamente solución en el programa final de la
Unión. Comparto con los líderes de los otros partidos de la
Unión la hipótesis de una propuesta que afronte, regule y
resuelva el tema del derecho de las parejas establecidas en
base a un vínculo diferente del matrimonio... ”.
Una declaración que lleva directamente a la competición
política el tema de la familia, una realidad natural a la
tienden naturalmente el hombre y la mujer. Una realidad basada
en el matrimonio, como la misma Constitución italiana
reconoce. Un intento, por lo tanto, de
Las
reacciones han sido múltiples e incluso algún obispo emérito
(como el antiguo secretario de la Conferencia Episcopal Mons.
Bettazzi) se ha distanciado de la dura posición vaticana que ha
hecho suya la actual Conferencia Episcopal. Pero la fuerza de
Ruini es muy grande, la protección de Benedicto XVI está
asegurada si se pone a la propuesta de Prodi el sambenito de "relativizar" y
el objetivo final tal vez se cumpla: justificar con esta tímida
propuesta electoral la movilización política de toda la red de
parroquias y organizaciones católicas para sostener la
impresentable "casa de la libertad" de Berlusconi. Es peor aún
que disponer y manejar un partido católico como en 1948,
justificados por el "coco" del comunismo.
Conclusión. La experiencia italiana confirma
que Zapatero
tenía razón cuando rechazó las medias
tintas: afrontar directamente el cambio en la reglamentación
jurídica del matrimonio ha sido el sistema mejor para reconocer los
derechos de las personas homosexuales a ver reconocido
jurídicamente su vínculo estable de amor. "Si hay que inventar
una palabra para sustituir al matrimonio, se inventa. Pero
inventarla para nada..." La izquierda italiana me parece que
hace el ridículo con su propuesta de conformarse con celebrar
Pacs.
[Más información en
ADISTA, en un boletín monográfico (->Archivio->2005->nº
64) que está sólo en italiano. Los boletines impares en español
son por ahora libres. También puede leerse una divertida carta
imaginaria de Prodi a Ruini, que fue quien le casó hace más de
treinta años en el portal
inMovimento].
2. Excluidos de los seminarios candidatos con tendencia
homosexual.
Parece que ya va en serio y que se va a publicar por fin
un documento anunciado desde hacía tiempo sobre la exclusión al
sacerdocio de candidatos "con tendencia homosexual".
Sobre esto han informado diversos medios como
EL PAÍS y
Religión Digital, pero en
La Opinión de México es donde leo la opinión más
acertada de un sacerdote experto en formación al celibato que
afirma: “Para algunos hombres que tuvieran una orientación
homosexual, la ocultarían aún más. Ese sería mi temor, que éste
pudiera convertirse en un problema aún peor”.
La medida está relacionada con una amplísima visita apostólica a
los seminarios de EE.UU que la Santa Sede está preparando desde
hace más de tres años. Se ha hecho público el
Instrumentum Laboris o detallado cuestionario para las
decenas de visitadores que se tendrán que distribuir los
centenares de centros a investigar hablando con cada unos de los
formadores y estudiantes. Preocupa sobre todo el tema de la
sexualidad y de la ortodoxia.
Leer este documento -en inglés a pesar del título y en una mala
fotocopia clandestina- es trasladarse a otro mundo por los
métodos y contenidos que preocupan. Pero los estrategas del Opus
(esta era una de las medidas solicitadas por Weigel, el biógrafo
de Wojtyla, en su libro "El coraje de ser católico") estarán
contentos: aprovecharán la ocasión para meterse más en los
centros de formación clerical y producir en serie funcionarios
semirrobotizados y atemorizados aunque se haga añicos su
personalidad. Muchos Polainos van a necesitar para reconducir a
tanta chavalada americana (más de 4.500 seminaristas hoy día) al
monotipo de curita y religioso que ellos necesitan para
fortalecer la restauración... Imagino de además de "premios" en
la otra vida les prometerán muchas prebendas y respeto
institucional en esta...
Pero a lo que íbamos. Fuera los homosexuales. Al menos los que
se afirmen como tales aunque se comprometan a ser célibes. Es
decir, fuera lo únicos sanos. Que se queden sólo los reprimidos,
los únicos que potencialmente pueden degradarse en pederastia
patológica.
La razón para esta exclusión ofensiva e injustificada la
proponía con asombrosa Ingenuidad un cardenal: "sería como
emplear a un cleptómano en una joyería. En el seminario se vive
rodeado de varones". ¡Claro!, como que esos internados
antinaturales de sólo varones o mujeres han sido siempre
fomentadores de fijaciones homosexuales. Aunque no tendrían que
preocuparse: en la realidad pastoral de las parroquias los
curitas van a verse rodeados de más mujeres que varones: la
experiencia enseña que tiene más "tentación" de propasarse el
heterosexual que el homosexual en esos ambientes de Iglesia.
relativizar e
ideologizar la realidad de la familia. Una agresión
inaceptable.
(O.R., 12-13/9/ 2005)