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FORO PERMANENTE SOBRE AUTOFINANCIACIÓN
DE LA IGLESIA CATÓLICA EN ESPAÑA.
1-6-2005: Sigue inactivo, pero vale la
pena reflexionar sobre el tema
4-11-2004: Este Foro se abrió en ATRIO
hace más de dos años y tras la siguiente introducción se recogieron tres
valiosas intervenciones. Hoy, siendo uno de los temas que están crispando
las relaciones Iglesia-Estado y la opinión pública, volvemos a abrirlo y a
invitar a yodos a participar con sus opiniones.
Tan enraizada estaba en la conciencia postconciliar
que la Iglesia tenía que conseguir autofinanciación, superando la
dependencia estatal, que en el mismo
acuerdo del 79 (art, II, 3.) la Iglesia declaraba el propósito de "lograr
por sí misma los recursos suficientes para la atención de sus necesidades".
Muchos años han pasado y se camina marcha atrás en
éste como en otros temas. Incluso el plazo de tres años para sustituir el
sistema de dotación presupuestaria por el de asignación tributaria se ha
prolongado ya veinte años más. ¿Y hasta cuándo?
Queda abierto este foro para opinar sobre el alcance
y significado de la dependencia económica y, sobre todo, para presentar
ejemplos de buenas prácticas de autofinanciación en diócesis
españolas y en la Iglesia de otros países.
7-11-02.
José Luis Sanz: La
hipócrita situación heredada del Concordato |
Nadie que sea
psíquicamente maduro, puede decir que se siente Iglesia y que quiere a
la Iglesia y engañarse a si mismo pensando que la patética e hipócrita
situación heredada del último Concordato España-Santa Sede en la que
la Iglesia declaraba el propósito de en 3 años "lograr por sí misma
los recursos suficientes para la atención de sus necesidades (en
España)", va a prolongarse sin que los pseudointentos de
Evangelización de la sociedad española resulten cada vez más
contraproducentes y aún blasfemos, es decir radicalmente
antievangélicos.
Creo sinceramente que los católicos
que en 1979 tenían responsabilidad eclesial, firmaron un Concordato
que -al menos en lo que hace a la autofinanciación- no tenían la más
mínima intención de cumplir. En parte porque pensaban que en el fondo
era un acuerdo entre católicos españoles y españoles católicos, y
claro entre primos ya se sabe, el que venga detrás que arree, a vivir
que son unos días y si te he visto, no me acuerdo.
¿Cabe una situación más dañina que
aquella en la que la parte católica de cada uno de nosotros le dice a
la parte española de nosotros mismos, que vamos a cumplir lo que no
tenemos intención de cumplir? ¿Qué ocurre si la sal se vuelve sosa?
Pues desde luego, más sosa es difícil, por lo que mientras continuemos
huyendo de verdades tan elementales, nuestros intentos de Evangelizar
el tercer Milenio no tienen el más mínimo futuro ni dentro de nuestra
conciencia.
¿Hay muchas tareas más prioritarias
por tanto que conseguir la autofinanciación? No muchas creo, es más,
dudo que sin ella sea posible una catolicidad en España.
Sin embargo la autofinanciación de las
iglesias locales y nacionales es la más natural de las situaciones
para la inmensa mayoría del mundo católico. Dicho de otra manera, de
los más de 260 países de nuestro planeta, es probable que las iglesias
católicas locales se estén autofinanciando en más del 75 % de sus
gastos en el 90% de ellos.
Entonces ¿Qué es lo que anula la base
moral de la Iglesia católica en España?
Precisamente los paupérrimos intentos
de autofinanciación, la escasa difusión de las iniciativas válidas
(españolas o foráneas), la insuficiente transparencia económica de las
diócesis e institutos religiosos y de la C.E.E., cuyos balances
económicos anuales debían destacar en la puerta derecha e izquierda de
cada templo e instalación.
La VERDADERA 'contabilidad católica
española' salvo en muchas parroquias y en algunas entidades
excepcionales, se ha convertido en uno de los misterios arcanos más
insondables de la creación, ríase Ud. de las nanociencias o de la
metafísica tomista. ¿Cuantas diócesis y entidades católicas españolas
tienen sitios en Internet? afortunadamente casi todas las primeras y
muchas de las segundas ¿En cuantos de esos sitios web hay -no ya
resúmenes de balances contables- sino apenas unos magros datos
económicos o financieros? Si conocen alguna diócesis que los tenga
rogamos envíen su dirección.
¿A qué se debe esto? Muy sencillo
¿Cuantos obispos y superiores de
congregaciones españolas no miran más bien hacia a otro lado cuando
firman el balance anual? ¿El 5%? ¿El 10%?
¿Qué saben los obispos españoles
exactamente de las cajas da ahorro en cuyas asambleas o consejos tiene
la Iglesia presencia? Pocos obispos saben poco, los más saben menos
que poquísimo. ¿Porqué? Simplemente no preguntan ¿Por si acaso? Quizá
ni eso, probablemente es la propia existencia del Concordato la que
mantiene a la autofinanciación más allá de las últimas prioridades de la
mayoría de nuestros obispos.
¿Qué cabe hacer al creyente de a pie
que se siente Iglesia? La situación actual nos aboca a colaborar más
con quien ofrece mayor transparencia, sea asociación católica,
parroquia, instituto de vida religiosa o archidiócesis y si eso nos
lleva a no tener que utilizar la casilla del IRPF, tendremos que
hacerlo.
Yendo un poco más allá de lo que
plantea Pope Godoy ¿Es posible que ATRIO pueda conceder premios
periódicos (exclusivamente simbólicos claro) o establecer una especie
de ranking a la transparencia financiera de las entidades católicas
(uno por cada tipo de entidad) y a la autofinaciación de las diócesis
españolas? Bastaría con que los lectores de diversos medios católicos
presentaran candidaturas fundadas y estoy seguro que al menos en los
más cercanos a ATRIO la idea tendría eco y actuaría como revulsivo con
efectos tal vez de largo alcance si sabemos gestionarla y difundirla.
Si no estamos a la altura, desde luego mejor aceptar que el Evangelio
es 'demasiado para nosotros' (en los dos sentidos de la frase).
José Luis Sanz
International MBA
Candidato a Doctor en Economía
Aplicada
ided@email.com
P.S.: Mi idea es que este foro, puede
ser un espacio de reflexión y análisis sistemático y sereno, acerca de
las alternativas y problemas de la
financiación ordinaria de la Iglesia en España a la luz de las
experiencias existentes en ella y fuera de ella.
No se si ese debate se ha planteado
con transparencia y rigor dentro de la Conferencia Episcopal, pero
desde luego ha de ser un debate que mire al futuro, que saque las
cabezas del suelo en que -cual avestruces- han sido introducidas para
el autoconvencimiento de que (ojos que no ven corazón que no siente)
la situación actual puede durar indefinidamente [hasta que explote,
pero claro no pocos responsables de ella rezan en sus subconsciente
para que les pille la explosión en el más allá].
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24-10-02. Pope Godoy: Una propuesta para la
autofinanciación |
La iniciativa de este foro me parece magnífica. Sanz de las Heras
sugiere una iniciativa que yo quisiera explicitar más. Por supuesto,
comparto la idea de Pepe Castillo sobre la profesionalidad civil del
clero, sin estar pagados por los obispos. Con esos dos puntos de
partida PROPONGO
¿Es posible lanzar un llamamiento, con recogida de firmas incluido,
donde se inscriban las personas que están dispuestas a financiar
directamente los gastos de la Iglesia?
A partir de esta iniciativa y de su repercusión, se pude poner en
marcha todo el movimiento de responsabilidad y de solidaridad
cristiana para afrontar los gastos comunes. Sería un modo de
tranquilizar a los obispos.
Claro, que también la gente que contribuye pondría condiciones a la
organización eclesiástica... ¿Lo aguantaría esto la jerarquía? Porque
si decimos que quien paga manda, aquí mandamos todas y todos, ¿no?
En fin, creo que estas cosas deben reflexionarse y madurarse mucho
más. Pero me ha sacudido muy positivamente contra mi entreguismo la
idea de no aceptar como definitiva e inmutable la financiación estatal
de la Iglesia.
Pope Godoy
elisadescalzo@terra.es
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12-10-02. José María Castillo: Con dependencia
económica no hay libertad |
Mientras la Iglesia siga dependiendo económicamente del Estado, no
tendrá libertad para decir y hacer lo que tiene que decir y hacer.
El que paga, aunque no lo pretendiera
conscientemente, pone condiciones. Y limita los terrenos. Una
Iglesia que se deja costear por el Estado es una Iglesia esclava del
sistema. Porque la relación económica crea inevitablemente
dependencia. Por eso, mientras la Iglesia siga en la situación
actual (financiada por los poderes políticos y económicos), no podrá
predicar el Evangelio integro. No puede hacerlo. Porque siempre
habrá terrenos que, si los pisa, le dirán que se esta metiendo en lo
que no es su competencia. Es una situación humillante. ¿Quién
se imagina a Jesús dependiendo del dinero que quisiera dar Herodes o
Pilato? ¿Quién se imagina a Jesús aceptando
que Herodes y Pilato le dijeran que el Sermón del Monte se
entrometía en materias que no eran de su competencia? Una Iglesia
dependiente del sistema es una Iglesia servil, que no tiene mas
remedio que callarse cosas muy fundamentales.
¿Qué hacer, entonces? Se pueden buscar
soluciones parciales. Pero tales soluciones serán siempre parches,
remiendos, que no afrontan en serio el problema de fondo. Y el
problema de fondo esta en que los ministros del Evangelio no deben
ser jamás funcionarios de la Religión. Un ministro del Evangelio no
debe vivir de su ministerio, como hacia y decía san Pablo, "para no
poner impedimentos al Evangelio". Los ministros del Evangelio deben
vivir como vive todo el mundo, de su trabajo, de su profesión. Y que
los que quieran entregar parte de su tiempo libre a la Iglesia, que
lo hagan. Como es lógico, si eso sucediera, los obispos tendrían
menos poder para controlar a los presbíteros. Porque se rompería la
relación económica entre el obispos y los ministros de la Iglesia.
Pero esto mismo nos da a entender que el problema de fondo esta
en que los dirigentes eclesiásticos tienen (inconscientemente) el
convencimiento de que no les basta la fe en Jesucristo para
relacionarse con sus presbíteros. Además de la fe, necesitan que los
ministros dependan económicamente de la institución. Esto no se dice
nunca. Ni siquiera se piensa. Pero esto es (en gran medida) lo que
hace funcionar a la Iglesia como de hecho funciona. Lo repito, en la
Iglesia no basta la fe, se necesita de la dependencia económica para
que las cosas sigan como están. Y no vale salir con el argumento de
la dedicación plena, a tiempo completo. San Pablo trabajaba, se
ganaba la vida con sus manos sucias y encallecidas. Y le quedaba
tiempo para evangelizar. Hoy se pueden encontrar formulas de trabajo
y de organización de la vida para que la Iglesia tenga la libertad
que en realidad no tiene.
Jose M. Castillo
pcastillo@probesi.org
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06-10-02.
José Luis Sanz de las Heras: Ineficiencia u
optimización.
EL FUTURO DE LA IGLESIA
EN ESPAÑA. El falso debate ideológico |
Quienes entrañablemente amamos a la Iglesia
Católica, vemos como se le acumulan cada vez más deberes y tareas
pendientes en España. Con preocupación, vemos como se echa más y más
cuestiones pendientes a la espalda mientras que aumenta el riesgo de
verla bloqueada indefinidamente en asuntos estériles, que consumen
demasiadas energías de la Conferencia Episcopal.
La jerarquía eclesiástica en España, tiene importantes problemas de
agenda o de prioridades -según se mire- y además reparte mal el juego
entre la cantera, en cuyo banquillo, hay auténticas figuras [dentro de
las congregaciones religiosas, del laicado y como no del clero
regular], cuyo desaprovechamiento haría estallar las juntas de
'accionistas del espíritu (con minúscula para evitar confusiones)', si
el 'consejo' las convocara.
Atenaza, inconscientemente, a la mayor parte de la jerarquía, tal
cantidad de miedos, que es verdaderamente milagroso que consiga
levantarse cada mañana. Pero tales miedos, son infundados en su
mayoría, puesto que el mayor problema de la Iglesia en España (después
del de las sectas fundamentalistas que se disputan su control), es
básicamente organizacional y de lentes. De tanto mirar el retrovisor,
los conductores de nuestra Ecclesia, han olvidado leer el mapa de la
realidad, y caminan desenfocados por la ruta que tienen delante, lo
que tiene a los viajeros máximamente desasosegados, salvo a los que
por la edad -al andar mal de la vista- no se dan cuenta de cuan
desorientados andamos respecto al rumbo marcado por el Nazareno.
Un corazón esperanzado, ve deshacerse el miedo, una mente que
dialoga con el Espíritu (con mayúscula esta vez), ve caer sus
angustias, y con ellas cualquier tendencia sectaria. Nuestros
dirigentes, son personas de carne y hueso, y sólo generando a su
alrededor 'certezas del corazón', lograremos que se abandonen a la
confianza plena en la parte humanamente más madura y sólida del
laicado.
Es por ello que a los laicos, nos corresponde una responsabilidad
gigantesca, la de sostener sobre nuestras oraciones y espaldas, la luz
y las lentes que visualicen el rumbo evangélico de la Iglesia en
España. A los obispos, sin embargo, no debemos dejar de instarles a la
confianza en lo mucho que se atesora entre el rebaño que algunos de
ellos pastorean, y otros, pastorilizan.
A los laicos, nos corresponde en España liberarnos de la tutela de
los Presupuestos Generales del Estado, contribuyendo con naturalidad
con un porcentaje mensual y suficiente, de nuestros ingresos, al
sostenimiento de la Iglesia. A los obispos permitir que eso sea
posible -como lo es en la mayor parte del planeta- repartiendo juego,
dando señales de confianza a las gradas, poniendo sólo a los mejores
entrenadores al frente de la cantera en cada diócesis, organización e
institución eclesial....
Mientras la Conferencia Episcopal no deje de simular que está
interesada en la autofinanciación de la Iglesia, con todo lo que
supone, y pase a estarlo verdaderamente, iremos de mal en peor. Porque
el dinero es (junto a las relaciones de poder con 'el otro' sexo), la
piedra angular de la mayoría de edad psicológica que anhelamos los
fieles españoles en nuestra jerarquía.
Queridos Obispos: Den pruebas de que confían en que nosotros, sus
no poco 'fieles', podemos financiar solitos justamente a la Iglesia
que el Espíritu Santo quiere ver en España, no naturalmente a una
sobredimensionada en espacios y ambiciones estériles. Repartan juego
adecuadamente, tanto a las mujeres en los puestos de más alta
responsabilidad extrasacramental, como a todos los que cargan la cruz
de ser competentes y capaces, o lo que es peor, la de tener carismas y
dones verdaderos, es decir, poco compatibles con la anulación de su
persona en pro de supuestas fidelidades.
No son ideologías lo que les da temor. Lo único que hoy está en
juego hoy en España, es simplemente la posibilidad de una Iglesia
formada y dirigida por personas plenamente libres y maduras; Y si
creen que esa no es la dirección de la brisa del Espíritu ¿Cómo le
restringen tanto la accesibilidad a sus personas y mentes detrás de
concordatos legales y mentales?
Es cierto que, pese a todo, la acción del Espíritu Santo rige sobre
los destinos últimos de la Iglesia y los personales de los creyentes.
Pero es evidente que eso no puede servir de excusa para la
ineficiencia, la ausencia de transparencia o ineficaz asignación de
todo tipo de recursos.
Me temo que la autofinanciación, es la
clave de la fidelidad al Evangelio de cuantos quienes nos sentimos
Iglesia en España, y es penoso que casi todas las confesiones, y no
digamos las iglesias reformadas, puedan en ese punto darnos lecciones
de todo tipo ¿Cuanto tardaremos en darnos cuenta de que es ese y no
otro el peso que más plomo carga sobre las alas de nuestra Iglesia
católica en España? |
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