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El equívoco de un titular: «La inmigración está evangelizando a Barcelona»

Antonio Duato

En nuestro recorrido diario por los titulares de prensa que tengan relevancia para ATRIO, andamos últimamente oteando signos positivos de plantear lo religioso en sociedad actual. Algunos creen que sólo sabemos comentar escándalos y traspiés eclesiásticos.

Por eso no he querido pararme hoy en el nuevo escándalo financiero en que se ve implicado un cura, presidente de Cajasur, una caja de ahorros controlada por la Iglesia en Córdoba, ni en las duras palabras de un obispo austriaco sobre los inmigrantes islámicos: "Austria está sufriendo el 'tercer asedio turco'".

Me sorprendió en cambio agradablemente el titular que hacía referencia a unas declaraciones del Cardenal Carles. "La innmigración está evangelizando Barcelona". En un flash vi cómo renacía el alma del consiliario de la JOC que fue Carles hace cuarenta años en Tavernes de Valldigna, haciendo una revisión de vida sobre la llamada a la conversión -metanoia, evangelización- que está escondida en el hecho de la inmigración. "Los inmigrantes, rostro de Cristo pobre entre nosotros, nos evangelizan pues son invitación de Dios a la conversión". Eso creí que iba a decir el artículo, sobre todo cuando el domingo anterior habría leído el Cardenal en la catedral esta frase del Éxodo: «No oprimirás ni vejarás al forastero, porque forasteros fuisteis vosotros en Egipto». Y me parecía especialmente interesante que esto lo resaltara el Cardenal en Cataluña, cuyo President hacía poco que había proclamado en una reunión de católicos en Sicilia "la superioridad del cristianismo sobre el islam".

Elegí interiormente comentar positivamente este titular. Pero cuando más tarde  he leído con atención la noticia, tanto en La Razón como en Zenit, me he dado cuenta de que para el Cardenal Carles la evangelización es ya otra cosa: ayudar a misa, dar catequesis, tener imágenes en las casas, apuntase a cofradías... Y ya se hace la peligrosa diferencia: "una parte de los inmigrantes que llegan son católicos.... muchas parroquias también ayudan a los inmigrantes musulmanes, al menos en el aspecto material y de acogida humana y cristiana".

Lo que muestra Carles en sus declaraciones es un triste hecho. Las parroquias y asociaciones desfallecen y, a veces, los pobres párrocos que se quedan sin gente se alegran de esta inyección de personas que, en su difícil proceso de acomodación a un nuevo país, acuden a las parroquias como referente de las tradiciones que han dejado y cauce de integración a la sociedad de destino. Hace unos domingos fui con mis dos hijos a la misa de niños de mi parroquia. Al salir, el cura nos dijo: "Sí, no os habéis equivocado de hora. Es la misa de los niños, pero no hay niños. Sólo vosotros dos". Pero el pequeño dijo: "No, había otro". Era de una familia de ecuatorianos.

Pero ¿se puede esperar la evangelización de una ciudad como Barcelona de los inmigrantes, sean familias de origen cristiano o curas de importación? Mientras no haya un Cardenal que sepa entender e intervenir en los problemas de una gran ciudad, como lo hizo Calo Martini en Milán (véanse en ADISTA los testimonios que salieron en la prensa italiana con ocasión de su despedida), lo religioso quedará siendo algo marginal, encerrado en los templos y no una levadura que parece perderse pero que hace fermentar toda la masa. Lo otro, reanimar unos cultos católicos en unas parroquias lánguidas separadas del ambiente y los problemas de la ciudad, es un parche, no un plan pastoral de largo alcance. Creo que fue más importante para el cristianismo auténtico en Barcelona la acogida a inmigrantes en sus encierros de hace un año, que esas inyecciones a que se refieren estas declaraciones de una manera más directa.

Desgraciadamente, una vez más y lo siento mucho pues es mi amigo, el cardenal Carles ha perdido la ocasión de evangelizar Barcelona, de abrirle los ojos al verdadero mensaje de humanismo integral e intercultural que está presente hoy en el hecho de la inmigración 

 

RAZÓN DIGITAL, 30-10-2002,

Cardenal Carles: «La inmigración está evangelizando a Barcelona»

 

«Los ecuatorianos dan catequesis y los filipinos ayudan a Misa»

El cardenal Carles está contento. Lo que parecía un imposible se está consiguiendo. La ciudad de Barcelona va recuperando poco a poco su pulso espiritual y religioso gracias a la inyección de inmigrantes iberoamericanos, filipinos y de los países del Este "católicos en su gran mayoría", que evangelizan con su testimonio y su ayuda apostólica. Así, la moderna Barcelona se revitaliza espiritualmente gracias «a los de fuera».

El cardenal Carles agradece a los inmigrantes su colaboración diocesana

Redacción - Barcelona.-

El cardenal arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles, manifestó ayer que «la inmigración está representando una inyección positiva en la evangelización de la diócesis, que se está notando una revitalización de la vida espiritual entre los jóvenes católicos y que las cofradías están volviendo a su sentido religioso original que muchas habían perdido». Carles hizo estas manifestaciones a Europa Press al cumplirse el décimo aniversario de su primer Plan Pastoral, del año 1992, desde su llegada a la diócesis de Barcelona. En aquel primer plan se fijaban como líneas centrales de acción «la identidad, la comunión y la evangelización», y se fueron progresivamente adaptando a lo largo de estos años. Ahora, el cardenal se propone dar nuevos pasos en esta línea de evangelización y pone entre las prioridades la atención a los inmigrantes. A pesar de estar en una sociedad en que muchos están distantes de toda vida religiosa, el cardenal cree que se está produciendo una revitalización en algunos ámbitos.

Inmigrantes católicos

Añadió que «una parte de los inmigrantes que llegan son católicos. De un lado nos encontramos con el reto de atenderles en su vida espiritual, pero también en muchos de ellos encontramos ayuda. Así, tenemos ecuatorianos inmigrantes que están dando catecismo. Bastantes inmigrantes de Iberoamérica son personas bien formadas y con una vida cristiana intensa. Miles de filipinos, por otro lado, participan en las celebraciones de la iglesia de San Agustín de Barcelona y en otras iglesias. En el caso de los países del Este unos son católicos y muchos otros ortodoxos, pero en sus casas están los iconos y rezan a la Virgen».

El cardenal afirmó que «Cáritas está haciendo una gran labor pastoral con los inmigrantes, tanto en ayuda material como en atención espiritual. Y lo mismo hacen los sacerdotes y seglares de muchas parroquias y santuarios. Una de las líneas de actuación que nos marcamos ya hacia el año 1996 fue la de una más radical y concreta atención a los pobres y marginados , y ello ha dado sus frutos». Carles señala que caso distinto en la atención es el de los inmigrantes musulmanes, pero también a ellos se les ayuda desde Caritas o desde muchas iglesias, al menos en el aspecto material y de acogida humana y cristiana.

Más seminaristas

En este curso han ingresado en el Seminario Mayor de Barcelona 13 nuevos seminaristas, en su mayoría universitarios. En total son 61 los que están cursando los estudios en el Seminario. Afirma que «son todavía pocos para las necesidades, pero es un nivel más alto que hace unos años, que han sido de verdadera sequía».

 

ZENIT,: 2002-10-30

Los inmigrantes evangelizan Barcelona; reconoce el cardenal Carles

«Los ecuatorianos dan catequesis y los filipinos ayudan a Misa»

BARCELONA, 30 octubre 2002 (ZENIT.org).- El cardenal Ricard Maria Carles, arzobispo de Barcelona, ha constatado que los inmigrantes están ayudando a evangelizar la capital catalana.

«La inmigración está representando una inyección positiva en la evangelización de la diócesis, y se está notando una revitalización de la vida espiritual entre los jóvenes católicos», afirmó el purpurado.

En declaraciones a la agencia Europa Press, el cardenal constata que «una parte de los inmigrantes que llegan son católicos. De un lado nos encontramos con el reto de atenderles en su vida espiritual, pero también en muchos de ellos encontramos ayuda».

«Así, tenemos ecuatorianos inmigrantes que están dando catecismo. Bastantes inmigrantes de Iberoamérica son personas bien formadas y con una vida cristiana intensa. Miles de filipinos, por otro lado, participan en las celebraciones de la iglesia de San Agustín de Barcelona y en otras iglesias, añade.

«En el caso de los países del Este unos son católicos y muchos otros ortodoxos, pero en sus casas están los iconos y rezan a la Virgen», explica.

El cardenal afirmó que «Cáritas está haciendo una gran labor pastoral con los inmigrantes, tanto en ayuda material como en atención espiritual. Y lo mismo hacen los sacerdotes y seglares de muchas parroquias y santuarios».

Carles señala que Caritas y muchas parroquias también ayudan a los inmigrantes musulmanes, al menos en el aspecto material y de acogida humana y cristiana.

 

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