Reflexiones
de Cristo Desolado
18-6-2005
Francisco Asensi
Escritor. Valencia
COMENTARIOS
1.
Cada vez somos más las personas que seguimos a este Cristo
desolado, quienes lo buscamos en calles y plazas, ciudades y
aldeas, en el hogar de la mujer maltratada, en los refugios de los
sin techo, en medio de esa inmensa tumba que es el Estrecho, entre
los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Los templos se quedan
vacíos, el Vaticano es un gran teatro, la Conferencia Episcopal un
sanedrín de gerontócratas, porque seguidoras y seguidores del
Nazareno andamos entre la humanidad sin alaracas como granitos de
mostaza, levadura en la masa, sabiendo que para encontrarle basta
que dos o tres nos juntemos en su nombre.
Inmaculada Calderón. Sevilla.
Volver
Ver comentarios (Hay
1)
ENVIAR
comentario
. |