HARÁ ESCUCHAR ALTA LA VOZ DE LA IGLESIA, DICE EL CARDENAL RUINI.

32810 ROMA-ADISTA (número 35).. Para los neocon estadounidenses, escribía en Repubblica Giulio Anselmi el pasado 8 de abril, los candidatos favoritos al solio pontificio eran el card. Camillo Ruini o el card. Angelo Scola. Pero con la elección de Joseph Ratzinger, a Bush y amigos les fue mucho mejor.

Antes que nada, porque fue Ratzinger, en junio de 2004, quien “bendijo” la reelección de Bush, enviando una carta reservada al presidente de la Conferencia Episcopal Estadounidense, mons. Wilton Gregory y al card. Theodore McCarrick (arzobispo de Washington y jefe de la comisión de la Conferencia Episcopal de EE.UU. que se ocupa de la “Política nacional”), donde invitaba a los obispos norteamericanos a negar la comunión a quien se hubiera aliado públicamente con posiciones contrarias al Magisterio de la Iglesia con relación a temas como aborto, eutanasia, clonación, homosexualidad, escuela y familia. Se estaba en plena campaña electoral para las elecciones presidenciales, y la carta de Ratzinger sonaba como una “excomunión” del candidato democrático a la Casa Blanca John F. Kerry que, católico practicante, se había alineado a favor del mantenimiento de la legislación estadounidense en materia de aborto (permitido desde la sentencia de la Corte Suprema norteamericana de 1973 sobre el caso Roe VS Wade).

Pero la constatación del hecho de que, más allá de la oposición de la Iglesia a la guerra en Irak hecha por Bush, en el Vaticano se sostienen abiertamente las razones de la derecha religiosa, llegó el pasado 29 de abril con la amplia entrevista realizada por Luigi Accattoli y Massimo Franco al card. Ruini para Il Corriere della Sera. Evidentemente seguro de que su “misión” a la guía de la Iglesia italiana no ha terminado (o en vista de cargos aun más prestigiosos), el actual presidente de la CEI ha trazado para el Corriere, estimulado por las preguntas, trazó las líneas pastorales que inspirarán la acción de la Iglesia en los próximos años. En particular, sobre la relación entre el Vaticano y la derecha religiosa de EE.UU., Ruini dijo que “existe en el mundo, y en particular en los EE.UU., un movimiento de renacimiento cristiano que va más allá de las fronteras de las Iglesias, y que subraya una inspiración cristiano del cual no se puede no tener cuenta. Es una inspiración que apunta a rendir testimonio, proponer la fe en Cristo y la visión cristiana del hombre. Solo en este sentido, a pesar de todas las diferencias que existen, se puede hablar de un acercamiento”.

Contra el peligro de descristianización del Occidente, Ruini afirmó asimismo que la Iglesia tiene en su interior los recursos necesarios para contrastar esta desviación. “Mientras tanto – explicó – una Iglesia radicada en el pueblo, que parta de las parroquias. Asimismo, una Iglesia unida y serena, sin divisiones importantes. Y una población en la cual la oración y la práctica religiosa todavía estén presentes y se difundan: en Europa estamos en los primeros lugares, a pesar de que estamos sufriendo problemas comunes a otros países como la crisis de las vocaciones, que de todas maneras en Italia es un poco menos fuerte. El cuarto recurso es la voz pública de la Iglesia italiana, una voz importante...”. Una voz que, anotan los entrevistadores, se hizo escuchar a menudo en los últimos años. Incluso demasiado, según algunos. “A veces yo mismo me he sorprendido – replicó seráfico Ruini – del eco que nuestras posturas provocan en los periódicos. Pero creo también que la voz de la Iglesia tendrá que percibirse cada vez más, en la medida en la que se pongan en tela de juicio los fundamentos de nuestra cultura, de la antropología y de la ética. En el actual cambio de época, la Iglesia, para no resignarse a la irrelevancia, debe hacerse escuchar y entender”. ”. Para quienes no hubieran recibido el mensaje de manera clara, Ruini sintetizó su pensamiento: “Hay que acostumbrarse a una Iglesia, italiana y no italiana, que habla en voz alta porque lo impone la situación; porque es su deber, antes que su derecho”. El presidente de la CEI dedicó la última respuesta al tema de la elección de Ratzinger. A quien considere la elección del nuevo pontífice una expresión de defensora de la Iglesia católica, Ruini respondió que Ratzinger “no es solamente un puro defensor de la fe: tiene una mente creativa, e hizo mucho para re-pensar nuevamente el cristianismo en nuestra época. Según mi opinión – concluyó – cuanto más profunda es la fe, se puede ser más creativos”.