Juan Antonio Martínez Camino participa por primera vez como
jurado de los premios Príncipe. Trae en la cartera varios
conflictos Iglesia-Estado, pero siempre sonríe.
Es Carlos Osoro uno de los barones del episcopado español?
--Por supuesto, es miembro del comité ejecutivo del episcopado.
Ha sido elegido por la asamblea plenaria para formar parte de un
órgano del que forman parte seis obispos.
--Una labor importante no?
--Una labor de alta responsabilidad, para la cual cuenta con la
confianza del Episcopado español.
--Y la suya, como portavoz de la Conferencia Episcopal es una
labor difícil?
--Yo diría que es una labor interesante, para la cual cuento
con muchos colaboradores y con el apoyo de los obispos, y que
también ofrece la oportunidad de prestar un pequeño servicio a la
Iglesia y a la sociedad española. En ese sentido, estoy muy
contento.
--Pero hubo un problema cuando se le entendió que el uso del
preservativo estaba autorizado para prevenir el Sida.
--Fue un malentendido. Está aclarado ya.
--Entonces se barajó que aquello provocaría su cese como
portavoz. Hubo bronca?
--En ningún momento se planteo la cuestión.
-- Apoya la manifestación en la calle contra las bodas gay?
--Los ciudadanos ejercen sus derechos. En un Estado democrático
pueden manifestar su expresión por medios legítimos. En este caso
hay una amplísima base social representada por el Foro Español de
la Familia, que cree que es el momento de ejercer este derecho. Se
trata de una cuestión de gran envergadura que está sobre la mesa y
nadie puede negarles este derecho.
-- Usted va a ir a esa manifestación?
--Todavía no lo he decidido.
-- Pero tienen razón los que la convocan?
--La convocatoria creo que es absolutamente justificada. Si hay
algún motivo que justifique una manifestación pública ordenada,
responsable, pero incisiva y clara, es una legislación
absolutamente injusta que supone un grave peligro para la vida
española.
-- Qué es peor, que dos gays vivan juntos, o que se casen?
--Son cosas que no se pueden comparar. Como usted sabe, por la
escuela, sólo se pueden comparar cantidades, o cualidades,
homogéneas.
-- Se dice que la Iglesia no está acorde con los tiempos está
de acuerdo?
--Eso se viene diciendo hace 2.000 años. Juzgue usted luego
quién está acorde o no. Ha habido distintos grupos, asociaciones,
grupos de interés y de poder, que vienen diciendo desde hace dos
mil años --no los mismos, porque ellos siempre van pasando-- que
la Iglesia no está con los tiempos. Grandes ideologías políticas
del siglo XX que en este momento han desaparecido de la escena
política, decían que la Iglesia era el freno para el progreso.
Ellos han desaparecido; la Iglesia tiene futuro.
--Pues yo le digo: Para la Iglesia, la mujer en casa y con la
pata quebrada?
--Esa no es la postura de la Iglesia Católica.
--Pero la mujer no puede ocupar cargos en la Iglesia.
--Por supuesto que puede ocuparlos, y los ocupa.
-- Pero qué cargos?
--Una es vicepresidenta de un pontificio-consejo, la hermana
Rosana, y pueden ser jueces...
--Pero qué puede suponer, el 1% de los cargos, o no llega ni
siquiera a eso?
--Como en todos los sitios, es necesario cambiarlo y se va
haciendo.
-- Están las relaciones Iglesia-Estado en España, más tensas
que nunca?
--Eso no puedo calibrarlo.
--Bueno, me admitirá que un poco tensas están.
--Hay una corrección en las formas. Las relaciones son
correctas, pero hay puntos de gravísima discrepancia.
-- Eso le preocupa?
--A mí no. La esperanza cristiana tiene largo fuelle. Los
vaivenes de la política son de corto diámetro. Las grandes
cuestiones éticas y antropológicas de fe, de esperanza, de futuro,
que son las que constituyen el corazón de la vida de la Iglesia,
son de gran diámetro, y eso, con la ayuda de Dios, y con la
complicidad del corazón de los hombres, que son los mejores
aliados del Evangelio, la Iglesia no teme por su futuro. La
Iglesia sí teme algo es por la dignidad de la personas; que sean
bien tratadas; que el matrimonio, la familia, los niños,
encuentren el ambiente adecuado y la legislación favorable para
desarrollarse, y la preocupación de la Iglesia es por los derechos
de las personas. La Iglesia tiene asegurado su futuro. Eso está
demostradísimo.
--Usted estudió en Alemania qué opina de Ratzinger?
--Hemos tenido una grandísima suerte de tenerle como Papa. Me
he encontrado varias veces con él en España y en Roma, y es un
gran conocedor, por supuesto de la teología cristiana de todas las
épocas. Es un gran teólogo, pero además es un gran conocedor de la
cultura y de la filosofía moderna. El, por ejemplo, ha mantenido
un gran debate con el Príncipe de Asturias de hace dos años, con
Jürguen Habermas. Cuando se ha querido buscar la postura seria,
razonada del catolicismo, y del cristianismo, desde la Sorbona, la
Academia de las Ciencias de Baviera... Siempre se ha buscado al
cardenal Ratzinger.
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