Eminentísimo Antonio Maria:
Mi carta es de queja personal,
ayer leí en la prensa que usted criticaba el linchamiento de
Aquilino Polaino, catedrático de Sicopatología de la Complutense, en
una cena que usted organiza algunas veces al año en el Seminario
Diocesano de Madrid. Yo no entendería que le incumbe el linchamiento
a usted. Aquilino fue en su calidad de siquiatra al senado, dijo
cosas que en el mundo científico sólo las puedes apoyar si tienes un
estudio y fundamento, y se fue recibiendo críticas, risas y hasta
perplejidad.
Como digo, yo no entendería
que le incumbe a usted lo que digan de Polaino. Pero ahora bien,
dado que es uno de tantos que presume amistad con el Cardenal de
Madrid, creo que es totalmente entendible. Ahora bien, utilizar su
posición, su estatus de Arzobispo de Madrid, para defender a sus
amigos en terrenos que no son de la iglesia es de sobra criticable,
y más en una reunión realizada en el Seminario Menor de Madrid, la
cual presidía usted. ¿Así obra un obispo?¿Así debe portarse un
obispo? Que yo sepa no.
Por otro lado, ¿a que aspira
con esas cenas? Leo algunos de los invitados a ellas y son políticos
del PP, a parte de directivos de colectivos de Familia y Vida, más
invitados de la archidiócesis. Dígame señor Cardenal, ¿invitó usted
a algún miembro del Partido Socialista? ¿A alguno de izquierda
unida?. En la prensa no lo he leído. Sino es así, debiera
explicarnos por qué tienen tanto sabor político sus cenas, y político
me refiero a reunirse con gente del Partido Popular cuando a la
iglesia le interesa más llegar al Partido Socialista en estos
momentos.
Otra cuestión quería
comentarle, nos gustaría a muchos católicos y no católicos verle el
domingo en la manifestación por la pobreza cero, en un año usted ya
lleva dos manifestaciones, la del 12M y la del 18J, ¿podremos verle
en la del 26J?.
Otra cuestión que quería
comentarle, he leído una carta que dirige usted a los misioneros, me
gusta que se acuerde de ellos. Quería preguntarle algo más, ¿esas
cartas van acompañadas de ayuda económica a las misiones? ¿van
acompañadas de alguna visita suya a las misiones? ¿de alguna campaña
por las misiones? Lo que menos necesitan los misioneros son papeles
en los que se les da un ánimo tibio, en todo caso precisan papeles
de otro color, dinero. ¿Sabe usted cuanto le cuesta a una orden
religiosa mandar un contenedor a una misión? ¿Sabe usted lo que les
cuesta levantar una casa en un país de misiones? ¿Sabe usted que
algunos se están jugando la vida en algunos países? Creo que la
carta que ha enviado si va así sola es papel mojado, son palabras
que se las lleva el viento. Por otro lado, ¿qué les importa a los
misioneros el III Sínodo Diocesano de Madrid? ¿De que les sirve que
les recuerde que es el año de la Eucaristía? Me parece bien que los
encomiende a la Virgen, pero espero que no la tiente a ella a hacer
llover dinero y comida del cielo porque eso es tarea de nosotros
También he leído otra carta
que dirige a los padres de los misioneros. ¿Por qué la carta es casi
idéntica a la que ha enviado a los misioneros? ¿Por qué no invita a
los padres de los misioneros a una de sus frugales cenas del
Seminario Diocesano de Madrid? Creo que merecen un reconocimiento
mayor que enviarles una simple copia de la carta enviada a sus hijos
o hermanos misioneros.
Atentamente, uno de sus
seglares.
Julián Moreno Mestre.
Madrid 24 de Junio de
2005
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