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ACABAMOS DE LEER Y COMENTAMOS

El comité ejecutivo del episcopado apoya a los obispos vascos

Acabamos de leer la Nota del Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española que han hecho pública en la tarde de hoy, tras una deliberación que ha durado toda la mañana. No nos ha extrañado, como tampoco el comunicado que ayer redactó la oficina diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores tras la visita del Nuncio que resume así Luis Ayllón en ABC: "monseñor Monteiro reconoció que aunque el texto de los obispos realiza una rotunda condena del terrorismo, tiene «claros aspectos de inoportunidad"

Esta mañana en El Mundo contaba José Manuel Vidal, en un reportaje muy intresante que consideramos plenamente creíble, los entresijos de  cómo se forjó el proyecto de pastoral y cómo se redactó el texto. El Gobierno debería tener este tipo de información, que no es tan difícil conseguir si se consulta a expertos, para prever acontecimientos, prever reacciones y gestionar bien los conflictos.

Si se evitan las descalificaciones totales y desfigurantes del texto y de la intención de los obipos, será hora de dialogar seriamente sobre los puntos flacos que tiene la Iglesia en Euskadi (el lado malo de su "inculturación") y que se refleja en los lapsus de redacción desafortunada que tiene el texto de la pastoral, que desde el primer momento hemos considerado muy discutible. Y hoy también ha escrito un artículo valiosísimo Demetrio Velasco  en El Correo: "Imaginario nacionalista e Iglesia vasca". Demetrio es sacerdote de la diócesis de Bilbao y profesor de Pensamiento Político en la Universidad de Deusto. Es también del Consejo de Dirección de Iglesia Viva y gran amigo. Pero sobre todo es un hombre lúcido y libre que sufre al ver cómo se construyen relatos y dogmas nacionalistas que se aceptan semiinconscientemente sin ninguna crítica. Su reflexión es válida no sólo para la Iglesia de Euskadi sino para otras muchas instituciones en otras nacionalidades. Con él y con la carta "A mis obispos" de Carlos García Andoín coincido plenamente. Antonio Duato

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