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Rotundo el Obispo Gea con "Somos Iglesia"

Por Antonio Duato

Hace treinta años un extraordinario sacerdote y profesor, Ricardo Alberdi, titulaba así su comentario en "Iglesia Viva" al discurso del Primado González Martín en la toma de posesión de Consejero de Estado: "Rotundo el Primado".

Con rotundidad Don Marcelo justificaba entonces la colaboración de la Iglesia con el Régimen de Franco, en contra de la opinión mayoritaria del episcopado español en una Asamblea Conjunta promovida por Tarancón, que él mismo en el discurso criticaba. Él tenía las ideas claras. Y con el apoyo del Nuncio y de la Congregación del Clero se dedicó, en contra de la mayoría del episcopado, a desautorizar absolutamente y condenar las conclusiones de esa Asamblea que tantos dinamismos había despertado. Pero no consiguió parar la Historia. Poco después, él enterró al dictador y Tarancón acogió la democracia.

Con la misma rotundidad que otrora el Primado González Martín, el obispo Gea está hoy en día empeñado en salir lanza en ristre contra todos los enemigos de la verdad católica, la más oficial y tradicional. Es un tipo peculiar. Tiene la simpatía y bonomía de su tierra, la huerta de Gandía. Y la fortuna de tener sólo unas pocas ideas, pero bien asentadas, de manera que le sea imposible dudar de ellas. Se sabe presentar bien ante los medios y es locuaz, sin que le preocupe mucho meter a veces la pata, como cuando reconoció públicamente que a las religiosas en África sí que se les permitía tomar anticonceptivos por el riesgo de violación.

Orgullosos tienen que sentirse los miembros de "Somos Iglesia" por la gran atención que les está prestando este obispo cancerbero. Nada menos que cinco cartas pastorales les ha dedicado en este verano:

 Cuando el 10 de julio la Conferencia Episcopal publicó una nota condenatoria de esta Corriente Internacional, mirado con simpatía incluso por muchos obispos, ATRIO publicó información y comentario sobre el tema.  Criticábamos entonces que los obispos condenasen tan tajantemente sin dar razones.

Ahora Gea se ha dedicado pacientemente a buscar estas razones. Las va desgranando en sus pastorales, a veces a partir de un retrato o unas afirmaciones que no corresponden a la Corriente, o con argumentos inconsistentes. 

Pero en el último punto, el sacerdocio femenino que plantea a discusión la Corriente, es donde Gea se pasa. Aquí no se dedica siquiera a dar razones para defender la postura de la Iglesia Católica. Dice que el Papa ha dicho un no definitivo y que eso tiene valor de dogma irreformable. Todo el que siga proponiendo la ordenación de mujeres, aunque sea para un futuro lejano, debe considerarse fuera de la Iglesia. Incluso compara los textos de las últimas dos definiciones dogmáticas -Inmaculada y Asunción- con el empleado por el Papa en una declaración reciente. Quiere mostrar cómo, a pesar de las manifiestas diferencias, tenía el papa una voluntad de comprometer su Infabilidad personal.

Que otros teólogos y especialistas diluciden si es verdad esta intención "definitoria" en ese texto del Papa Wojtyla, un Papa también de "ideas claras" que ha dado al ejercicio del poder petrino un aire muy personal.

A mi sólo se me ocurre decir esto:

  • el Papa ha empleado una fórmula fuerte:  "Con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión... que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos, declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia".  Pero porque ve que es una cuestión que está fuera de su visión de la Iglesia y no tiene argumentos realmente teológicos para impedir el acceso de la mujer al sacerdocio.  Su intención primordial no es doctrinal sino prudencial, y por tanto reformable algún día por otro Papa que  tuviera otra consideración de la mujer, de la cultura actual y otro modelo de plasmación de la Iglesia de Jesús.

  • dada la conciencia irrenunciable que tiene hoy la mujer de su dignidad como persona, cada vez se hará más insoportable esta exclusión de los cargos y tareas de responsabilidad en la Iglesia. Y una de dos: o es una discriminación de derecho eclesiástico que lucharán para que cambie, o es de mandato divino, y no les quedará más remedio que abandonar esa fe. 

 Si algún cristiano quiere aire fresco de verdad, que acuda con buena conciencia, a pesar de las condenas de Gea, a soñar con otro modelo de Iglesia y de cristianismo, a la Universidad Carlos III de Madrid, desde el jueves 19 hasta el domingo 22.  En esta dirección de Internet, http://www.eurosur.org/SOMOS-IGLESIA encontrará el programa y formularios de inscripción.

 

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